El difunto Matías Pascal
Resumen del libro: "El difunto Matías Pascal" de Luigi Pirandello
La vida de Matías Pascal oscila entre la indolencia de su monótono trabajo de bibliotecario y la frustración de su matrimonio. Escapando de sus circunstancias, se verá obligado a recorrer mundo cuando se entera, casualmente, de un inesperado suceso que dará un giro total a su mísera existencia.
1. PREMISA
Hubo un tiempo en que una de las pocas cosas, quizá la única, que yo supiera de cierto era ésta: que me llamaba Matías Pascal. Y de ello me aprovechaba. Siempre que algún amigo o conocido mío daba muestras de haber perdido el bien de la inteligencia, hasta el punto de venir a pedirme consejo o indicación alguna, me encogía de hombros, entornaba los ojos y respondía:
—Yo me llamo Matías Pascal.
—Gracias, querido amigo; pero ya lo sabía.
—¿Y te parece poco?
Alguno se dignará compadecerme —¡cuesta tan poco!— imaginándose el atroz sentimiento de un desventurado al cual le ocurra descubrir, de repente, que…, sí, nada, en fin: ni padre, ni madre, ni cómo fue o cómo no fue; y se dignará también indignarse —lo cual cuesta todavía menos— de la corrupción de las costumbres, y de los vicios, y de la plaga de los tiempos, que tanto mal pueden ocasionar a un pobre inocente.
Que hagan lo que gusten. Mas es deber mío advertirles que no es ése mi caso, que no se trata precisamente de eso que se figuran. Podría exponer aquí, en un árbol genealógico, el origen y descendencia de mi familia, y demostrarles que no sólo he conocido a mis padres, sino también a mis antepasados y sus hazañas en un largo período de tiempo, no por cierto todas ellas verdaderamente laudables…
¿Y entonces?
Pues ahí está el quid; mi caso es muy distinto y extraño; tan distinto y peregrino que por eso me pongo a contarlo.
Por espacio de dos años, poco más o menos, fui no sé si más cazador de ratas que guardián de los libros en la biblioteca que cierto monseñor Boccamazza, en 1803, tuvo a bien dejarle en herencia, al morir, a nuestro Municipio. Indudablemente, no debía el tal monseñor estar muy al tanto de la índole y aptitudes de sus paisanos, o abrigaba la esperanza de que con el tiempo y la comodidad inflamaría con su legado el amor al estudio en sus favorecidos. Hasta ahora puedo certificar que no se les ha inflamado; lo cual hago constar en alabanza de mis paisanos. El Municipio mismo mostróse tan poco agradecido al monseñor por su presente, que ni siquiera se dignó erigirle un busto, por lo menos, y tuvo los libros arrumbados mucho tiempo en un destartalado y lóbrego almacén, de donde los sacó luego, ya podéis figuraros en qué estado, para colocarlos en la iglesuca trasconejada de Santa María Liberal, donde, no sé por qué razón, no se celebra. Allí se los encomendó a tontas y a locas, a título de beneficio y como prebenda, a un gandulazo con buenas aldabas, que por dos liras al día había de tomarse la molestia de aguantar por algunas horas el tufo de la humedad y la vejez.
La misma suerte hubo de tocarme a mí también; y desde el primer día concebía tan menguada estima por los libros, así impresos como manuscritos —sin excluir algunos antiquísimos de nuestra biblioteca—, que nunca en la vida me hubiera puesto a escribir, según he dicho, si no considerase verdaderamente extraño mi caso y tal como para poderle servir de enseñanza a algún curioso lector que por ventura, cumpliéndose finalmente la antigua esperanza de aquel buen hombre de monseñor Boccamazza, hubiese de caer por esta biblioteca, a la cual lego mi manuscrito, con la obligación, sin embargo, de que nadie pueda abrirlo hasta pasados cincuenta años de MI TERCERA, ÚLTIMA Y DEFINITIVA muerte.
Ya que, por ahora —y sólo Dios sabe si me pesa—, he muerto dos veces; dos, así, como suena: la primera por error, y la segunda… ¡prepárense a escuchar!
…
Luigi Pirandello. (1867-1936) fue un destacado dramaturgo, novelista y autor de relatos cortos italiano, galardonado con el Premio Nobel de Literatura en 1934. Nacido en Agrigento, Italia, su vida estuvo marcada por la influencia de un padre garibaldino y una madre que sufrió el exilio bajo el régimen borbónico. Esta experiencia familiar moldeó su profunda exploración de la brecha entre ideales y realidad en su obra.
Aunque inicialmente estudió en una escuela técnica, su pasión por la literatura lo llevó a sumergirse en las obras de poetas como Carducci y Graf. Pirandello comenzó a escribir poesía a una edad temprana y a los doce años, ya había creado su primera tragedia. Más tarde, asistió al gimnasio donde cultivó su amor por las humanidades.
La infancia de Pirandello transcurrió en ciudades costeras como Girgenti y Porto Empedocle. Después de una mudanza a Palermo en 1880, la familia se enfrentó a dificultades financieras debido a maniobras fraudulentas. Esto llevó a Pirandello a trabajar en las minas de azufre y experimentar la vida de los trabajadores. Estas vivencias influyeron en obras como "Il Fumo," "Ciàula scopre la Luna," y "Los viejos y los jóvenes."
Luigi Pirandello se casó con María Antonietta Portulano en 1894 y comenzó su carrera docente en el Instituto Superior de Magisterio en 1897. Publicó su exitosa novela "El difunto Matías Pascal" en 1904, inspirada en sus dificultades económicas y personales.
Su relación con el partido fascista en la década de 1920 fue controvertida, pero su adhesión a Mussolini después del asesinato de Giacomo Matteotti en 1924 causó desconcierto entre sus lectores. A pesar de esto, en 1934, fue galardonado con el Premio Nobel de Literatura por su valiosa contribución a la literatura. Su legado perdura, destacando por su individualismo, sus relatos y obras teatrales originales, así como por su profundo análisis de la condición humana y la complejidad de las relaciones familiares y sociales.