Resumen del libro:
“Cuentos de antaño” es una colección de cuentos escritos por Charles Perrault, un escritor francés del siglo XVII. El libro incluye ocho historias populares que han sido amadas por generaciones de niños y adultos por igual.
Los cuentos incluidos en el libro son “Cenicienta”, “El Gato con Botas”, “La Bella Durmiente del Bosque”, “La Cenicienta”, “Caperucita Roja”, “Barba Azul”, “Las Hadas” y “Riquete el del Copete”. Cada cuento cuenta una historia única y tiene un mensaje moral que enseña importantes lecciones sobre la vida.
Por ejemplo, “Cenicienta” enseña sobre la importancia de la bondad y la perseverancia en la cara de la adversidad, mientras que “El Gato con Botas” enseña sobre la astucia y el ingenio. “La Bella Durmiente del Bosque” habla de la importancia de la paciencia y el amor verdadero, mientras que “Barba Azul” enseña sobre la importancia de la confianza y la comunicación en las relaciones.
En resumen, “Cuentos de antaño” es una encantadora colección de cuentos que han entretenido e inspirado a niños y adultos durante generaciones, y que continúan siendo populares hoy en día.
Intentar a estas alturas una nueva publicación de los archiconocidos Cuentos de Perrault puede parecer, cuando menos, presuntuoso. En español tenemos un curioso giro idiomático para indicar que uno está al cabo de la calle sobre cualquier materia: “Eso… lo tengo ya olvidado”. Los cuentos de Perrault caen habitualmente bajo esa denominación y, de puro sabidos, han sido relegados a las zonas indecisas del olvido. Sólo que en este caso el tropo deja de serlo para convertirse en triste literalidad: los cuentos de Perrault son textos que todo el mundo cree haber leído u oído, pero que desgraciadamente poquísima gente conoce.
¿Exageración? Podemos asegurar que no. En conversaciones casuales con libreros, editores, hombres de letras e incluso con beneméritos lingüistas y profesores de literatura hemos podido constatar que los cuentos de Perrault forman parte de un amplio barbecho, desatendido por menospreciado, adonde van a parar todos los relatos que leímos o nos contaron, y que son considerados indiferentemente como “historias para dormir” más que como textos literarios. Perrault ha venido a significar “cuentista” en general, como “cuento de Piel de Asno” significó en su tiempo cuento a secas. Y como tal cuentista indiferenciado —universal Calleja—, admite todo lo que se le eche.
Hemos tenido la paciencia de repasar la bibliografía actual de las obras de Perrault, y nos hemos quedado pasmados de estupor. Estadística al canto, en estos momentos andan circulando por nuestras librerías cerca de 300 títulos que ostentan el nombre de Perrault. Pues bien, bajo ese nombre figuran títulos como Blancanieves, Los tres cerditos, El sastrecillo valiente, La sagaz princesa o las aventuras de Picarilla… Y lo más grandioso del caso es que, con una desfachatez sin precedentes en la historia de la literatura, algunos van firmados por el traductor de turno (!). ¿En qué arcana fuente, en qué desenterrado manuscrito —único sin duda en el mundo— han podido encontrar tal noticia? Pues si esto aparece en letra impresa, imagínese el resto. El panorama no puede ser más desolador.
A la vista de tal indiferencia, cuando no irresponsabilidad, y a petición del editor —merecedor en esto de todo elogio—, nos lanzamos a la búsqueda del huidizo Perrault y de su desconocida obra. El resultado no es evidentemente definitivo, pero sí al menos elocuente y lleno de sorpresas agradables. Y no ha sido la menor la de encontrarnos con unos textos frescos, joviales, casi vírgenes para el lector español, y dignos de figurar con toda justicia en la historia de la literatura. Pero veámoslos más de cerca.
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El color del caballo blanco de Santiago
¿De quién son los Cuentos de Perrault? Pregunta ociosa a simple vista, apta sólo para quien desee gastar fósforo en averiguar el color del caballo blanco de Santiago. Pregunta no tan ociosa, si se mira con detenimiento la historia de su publicación.
Empecemos por decir que, bajo el título Cuentos de Perrault, se han agrupado dos tipos de obras bastante diferentes en cuanto a su forma, estilo e incluso a veces naturaleza. Al primero pertenecerían tres textos, escritos en verso: Grisélidis, Los deseos ridículos y Piel de Asno, que, abreviando, llamaremos “cuentos en verso”. Al segundo, los ocho cuentos en prosa publicados bajo el título general de Historias o cuentos de antaño y, simplificadamente, “cuentos de antaño” o “cuentos” a secas.
Los cuentos en verso fueron publicados inicialmente por separado: Grisélidis, en 1691; Los deseos ridículos, en 1693. En 1694 los reúne en un solo volumen junto con Piel de Asno. Al año siguiente añade un prólogo para la cuarta edición. Los cuentos en verso no encierran ningún misterio: son de Charles Perrault.
El problema empieza con los cuentos en prosa.
En el número de febrero de 1696 de la revista “Le Mercure galant” aparece un cuento anónimo titulado La bella durmiente del bosque. En una nota que le precede se asegura que “esta obra se debe a la misma persona que escribió la Historia de la marquesita, de la que os hablé hace un año”. Ahora bien, en la nota introductoria a ese relato, publicado el año anterior, se decía que el autor es una mujer, sin especificar quién.
En el número de agosto del mismo año vuelve a publicarse la historia de la marquesita esa, pero hay una rectificación. Una “morcilla” intercalada en el texto afirma que el autor de La bella durmiente “es hijo de un maestro, y, si no mostrase ingenio, sería que lo habían cambiado en la cuna”. Así las cosas, en 1697 se publica el tomito Historias o cuentos de antaño, que contiene La bella durmiente, aunque con algunos retoques de importancia. En el libro no figura el nombre del autor, pero el “privilegio del rey”, de 28 de octubre de 1696, concede el permiso de imprimir el libro “al señor Darmancour”. Es también P. Darmancour quien firma la dedicatoria de los Cuentos, en la que se dice que es un “niño” el que se ha complacido en componerlos.
Pero ¿quién es ese P. Darmancour? Tampoco esto ofrece ningún problema: Pierre Perrault Darmancour, nacido el 21 de marzo de 1678, es hijo de Charles Perrault. Los cuentos han sido publicados en enero de 1697. El “niño” Darmancour tiene, pues, diecinueve años no cumplidos.
Entonces, ¿de quién son los Cuentos de antaño? ¿De Charles Perrault o de Pierre Perrault Darmancour?
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