Robert Louis Stevenson fue un viajero impenitente, recorrió buena parte de Europa y Estados Unidos, siempre a la busca de experiencias nuevas, así como de climas más suaves para aliviar su dolencia pulmonar. En su poesía, de indudable influencia romántica, reflejó las grandes pasiones de su vida: el amor por su tierra natal, Escocia, y el anhelo por los países lejanos.
AL COMPRADOR INDECISO
(Poema inicial de La isla del tesoro)
Si los cuentos que narran los marinos, hablando de temporales y aventuras, de sus amores y sus odios, de barcos, islas, perdidos Robinsones y bucaneros y enterrados tesoros, y todas las viejas historias, contadas una vez más de la misma forma que siempre se contaron, encantan todavía, como hicieron conmigo, a los sensatos jóvenes de hoy:
—¿Qué más pedir? Pero si ya no fuera así, si tan graves jóvenes hubieran perdido la maravilla del viejo gusto por ir con Kingston o con el valiente Ballantine, o con Cooper, y atravesar bosques y mares: bien. ¡Así sea! Pero que yo pueda dormir el sueño eterno con todos mis piratas, junto a la tumba donde se pudran ellos y sus sueños.
NO DIGÁIS QUE FUI DÉBIL Y NO HICE FRENTE
No digáis que fui débil y no hice frente a mis obligaciones, y que huí del mar, negando las torres que mis mayores erigieron, los faros que encendimos, para jugar con un niño que se divierte levantando castillos de papel. Decid mejor: En el atardecer del tiempo una recia familia arrancó de sus manos la arena del granito, y contemplando en la lejanía a lo largo de la rugiente costa, monumentos y altas memorias que en el crepúsculo se hundían, sonrió feliz, y a infantiles tareas alrededor del fuego, dedicó las horas del anochecer.
SKERRYVORE
Por amor a las palabras hermosas, y en homenaje a los míos y a mis compatriotas, que desde siempre sobre el tempestuoso océano se afanaron en fijar una estrella para los navegantes allí donde hasta entonces sólo reinaron guaridas de focas y cormoranes, yo, en el dintel de esta casa, inscribo el nombre de una torre orgullosa.
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Sobre el autor:
Robert Louis Stevenson.Conocido como uno de los más destacados novelistas británicos del siglo XIX, nació el 13 de noviembre de 1850 en Edimburgo, Escocia, y falleció el 3 de diciembre de 1894 en Samoa. Este prolífico autor, cuya influencia en la literatura perdura hasta el día de hoy, dejó una marca indeleble en el mundo literario con su versatilidad y su pasión por la narración.
Stevenson es ampliamente reconocido por su contribución a géneros literarios diversos, desde novelas de aventuras e históricas hasta cuentos y poesía. Su obra más icónica, "La isla del tesoro", es un ejemplo magistral de narrativa de aventuras que ha cautivado a lectores de todas las edades a lo largo de generaciones. Además, su novela de horror psicológico, "El extraño caso del doctor Jekyll y el señor Hyde", explora temas profundos sobre la dualidad de la naturaleza humana y ha dejado una huella duradera en la literatura de terror.
Stevenson también demostró un interés apasionado por los viajes, lo que se refleja en sus crónicas de viaje y sus aventuras personales por el Pacífico Sur. Estas experiencias se tradujeron en obras como "Cuentos de los Mares del Sur", que ofrecen una visión fascinante de las culturas y paisajes de las islas del Pacífico.
Además de su destreza como novelista, Stevenson era un ensayista perspicaz, y su obra ensayística abordó temas diversos, desde la moralidad hasta la política. Su compromiso con cuestiones sociales y su valiente defensa del Padre Damián, un misionero católico en Hawai, en su carta abierta, demuestran su disposición a utilizar su voz para abordar temas importantes de su tiempo.
A lo largo de su vida, Stevenson luchó contra problemas de salud, incluida la tuberculosis, pero su determinación por vivir y crear fue insuperable. Su capacidad para combinar aventura, misterio y profundidad emocional en sus escritos le ha ganado un lugar perdurable en la literatura universal. La figura de Stevenson sigue siendo un faro de inspiración para escritores y amantes de la literatura en todo el mundo, y su legado literario perdura como un tesoro invaluable en la historia de la literatura británica.