Resumen del libro:
El editor Jordi Nadal, ya albergaba en 1993 el proyecto de editar una selección de pensamientos de Albert Camus, anhelo que llegó a comunicar a la hija de éste, Catherine Camus, y que en aquel momento no pudo ver la luz.
Veinte años después, y coincidiendo con el centenario del nacimiento del Premio Nobel de Literatura francés, aquel sueño se ha hecho realidad con la edición de este opúsculo que el lector tiene en sus manos. Su bellísimo título hay que agradecérselo a Catherine Camus, que se lo sugirió al editor en junio de 2013.
Gracias por sumarse a este homenaje a un autor esencial de la literatura del siglo XX y a un referente moral y humanista de nuestro tiempo.
Este libro tiene una pequeña historia
El editor de Plataforma, Jordi Nadal, ya albergaba en 1993 el proyecto de editar una selección de pensamientos de Albert Camus, anhelo que llegó a comunicar a la hija de éste, Catherine Camus, y que en aquel momento no pudo ver la luz.
Veinte años después, y coincidiendo con el centenario del nacimiento del Premio Nobel de Literatura francés, aquel sueño se ha hecho realidad con la edición de este opúsculo que el lector tiene en sus manos. Su bellísimo título hay que agradecérselo a Catherine Camus, que se lo sugirió al editor en junio de 2013.
Gracias por sumarse a este homenaje a un autor esencial de la literatura del siglo XX y a un referente moral y humanista de nuestro tiempo.
ELISENDA JULIBERT
«La lucidez es la herida más próxima al sol.»
René Char, Furor y misterio
En medio de la plenitud del aire y la fertilidad del cielo, parecía que la única tarea de los hombres era vivir y ser felices.
(La mort heureuse, p. 17)
El interés por la libertad y la independencia sólo son concebibles en un ser que aún conserva la esperanza.
(La mort heureuse, p. 38)
Aceptaría […] ciego, mudo, todo lo que quieran, con tal de sentir en mis entrañas esa llama oscura y ardiente que es mi yo y mi yo vivo. Y ya no soñaría en otra cosa que en agradecer a la vida que me hubiera permitido seguir ardiendo.
(La mort heureuse, p. 51)
Cuando observo mi vida y su secreto color […] descubro que es a un tiempo la lluvia y el sol, el mediodía y la medianoche.
(La mort heureuse, p. 53)
Frente a todo lo que de elemental y de noble hay en el mundo, confunde su vida y su deseo de vivir, y su esperanza se funde con el movimiento de las estrellas.
(La mort heureuse, p. 118)
Siempre nos equivocamos dos veces con los seres queridos, primero a su favor y luego en su contra.
(La mort heureuse, p. 135)
El error […] consiste en creer […] que existen condiciones para la felicidad. Lo único que importa es la voluntad de ser feliz.
(La mort heureuse, pp. 147-148)
No se vive más o menos tiempo feliz. Uno es feliz y punto, no hay más. Y la muerte no impide nada (en este caso, es un accidente de la felicidad).
(La mort heureuse, p. 150)
La felicidad está próxima a las lágrimas […] en la silenciosa exaltación donde se entretejen la esperanza y la desesperación de una vida humana.
(La mort heureuse, p. 160)
Quisiera poder amar a mi país amando a un tiempo la justicia. No quiero para él ninguna forma de grandeza, ni la de la sangre ni la de la mentira.
(Lettre à un ami allemand, p. 221)
¿Qué es un hombre? […] Es esa fuerza que siempre termina derrocando a los tiranos y a los dioses.
(Lettre à un ami allemand, p. 228)
El hombre debe afirmar la justicia para luchar contra la eterna injusticia, crear la felicidad para protestar contra el universo de la desdicha.
(Lettre à un ami allemand, p. 240)
Sigo creyendo que este mundo no posee un sentido superior. Pero sé que algo en él posee sentido y es el hombre, porque él es el único ser que exige que lo tenga.
(Lettre à un ami allemand, p. 241)
En eso consiste nuestra fuerza, en pensar como usted en la profundidad del mundo, en no rechazar nada de un drama que también es el nuestro, pero al mismo tiempo haber salvado la idea del hombre al final de este desastre de la inteligencia.
(Lettre à un ami allemand, p. 243)
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