American psycho
Resumen del libro: "American psycho" de Bret Easton Ellis
“American Psycho” de Bret Easton Ellis es una novela de ficción publicada en 1991 que cuenta la historia de Patrick Bateman, un exitoso hombre de negocios de Wall Street en la década de 1980 en Nueva York, que se sumerge en una espiral de violencia, sadismo y asesinato.
A lo largo de la novela, Bateman describe en detalle su obsesión por el consumismo, la perfección física y el estatus social, mientras lleva a cabo una serie de asesinatos brutales. A pesar de la violencia gráfica y el contenido perturbador de la obra, la novela también aborda temas más profundos como la alienación, la soledad y la vacuidad de la vida en una sociedad obsesionada con la riqueza y el éxito.
La narración es en primera persona, lo que da lugar a una visión distorsionada de la realidad, y el lector nunca está seguro de si lo que está sucediendo es real o simplemente una fantasía del protagonista. “American Psycho” fue muy controvertida cuando se publicó debido a su contenido violento y explícito, pero también ha sido elogiada por su estilo satírico y su crítica social.
Para Bruce Taylor
Ésta es una novela y por lo tanto todos los personajes, situaciones o diálogos que en ella aparecen —a excepción de algunas esporádicas referencias a personas, productos y lugares por todos conocidos— son imaginarios y no se refieren a nadie en particular ni pretenden dañar los intereses de ninguna entidad.
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Tanto el autor de estas Memorias como estas Memorias mismas son, naturalmente, novelescos. No obstante, individuos tales como el autor de estas Memorias no sólo pueden existir en nuestra sociedad, sino que por fuerza deben existir, si se consideran las circunstancias bajo las que, por lo general, esta sociedad nuestra se desenvuelve. He querido presentar ante el público, más claramente que de costumbre, uno de 1os personajes de nuestro reciente pasado. Representa a una generación que todavía vive entre nosotros. En el fragmento que se titula «El subsuelo», este personaje se presenta a sí mismo, expone sus puntos de vista e intenta, como puede, aclarar las razones por las que surgió y no tenía más remedio que surgir en nuestro ambiente. En el fragmento siguiente vienen ya las verdaderas «memorias», y en ellas refiere algunos acontecimientos de su vida.
Fiodor Dostoievski
Memorias del subsuelo
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Uno de los mayores errores que cometen las personas es creer que las buenas maneras son sólo expresión de ideas felices. Hay toda una gama de comportamientos que pueden expresarse con buenas maneras. De esto se ocupa la civilización: de hacer las cosas con buenas maneras y no del modo opuesto. Uno de nuestros errores fue el movimiento naturalista roussoniano de los años sesenta, cuando la gente decía: «¿Por qué no puedo decir lo que se me pasa por la cabeza?» En la civilización debe haber ciertas restricciones. Si todos siguiéramos nuestros impulsos sin cortapisas nos mataríamos los unos a los otros.
Judith Martin
Miss Buenas Maneras
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Y mientras las cosas se caían a pedazos, Nadie prestaba mucha atención.
Talking Heads
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Inocentes
PERDED TODA ESPERANZA AL TRASPASARME» está garabateado con letras rojo sangre en la fachada del Chemical Bank cerca de la esquina de la calle Oncecon la Primera Avenida y está escrito con caracteres lo bastante grandes como para que se vea desde el asiento trasero del taxi cuando éste avanza— a sacudidas entre la circulación que deja Wall Street y justo cuando Timothy Price se fija en las palabras se detiene un autobús, con el anuncio de Les Misérables en el costado, tapándole la vista, pero a Price, que trabaja con Pierce & Pierce y tiene veintiséis años, no parece que le importe porque le dice al taxista que le dará cinco dólares si sube el volumen de la radio —«Be My Baby» suena en la WYNN— y el taxista, negro, no norteamericano, así lo hace.
—Tengo recursos para dar y vender —está diciendo Price—. Soy creativo, soy joven, no tengo escrúpulos, estoy motivado a tope, soy ingenioso a tope. En esencia lo que digo es que la sociedad no puede permitirse el lujo de prescindir de mí. Soy una buena inversión. —Price se tranquiliza, continúa mirando por la sucia ventanilla del taxi, probablemente la palabra «MIEDO» de un grafiti escrito con un spray en la fachada de un McDonald’s de la esquina de la Cuarta con la Séptima—. Lo que quiero decir es que se mantiene el hecho de que a nadie le importa un pito su trabajo, que todo el mundo odia su trabajo, que yo odio mi trabajo, que tú me has dicho que odias el tuyo. ¿Qué puedo hacer? ¿Volver a Los Ángeles? No es una alternativa. Me cambié de la Universidad de California en Los Ángeles a la de Stanford para soportar esto. ¿Quiero decir que soy el único que piensa que no gana el suficiente dinero? —Como en una película, aparece otro autobús, otro cartel de Les Misérables remplaza a la palabra…, no es el mismo autobús porque alguien ha escrito la palabra «BOLLERA» encima de la cara de Eponine. Tim suelta bruscamente—: Tengo un piso aquí, tengo una casa en los Hamptons, por el amor de Dios.
—Los padres, tío. Es por los padres.
—No me la compré gracias a ellos. ¿Quiere subir el volumen de una jodida vez?
—Esto no puede sonar más alto —puede que diga el taxista. Timothy lo ignora y continúa irritado:
—Podría soportar el vivir en esta ciudad si les pusieran Blaupunkt a los taxis. Puede que hasta sistemas sintonizadores dinámicos ODM In o ORC n. —En este punto la voz se le ablanda—. Cualquiera de ellos. Son modernos, amigo mío, modernísimos.
Se quita del cuello el walkman de aspecto muy caro, y sigue quejándose.
—Odio quejarme, de verdad que lo odio, de la basura, los desperdicios, la enfermedad, de lo sucia que está esta ciudad y tú sabes y yo sé que es una pocilga… —Sigue hablando mientras abre su nuevo attaché Tumi de piel de becerro que compró en D.F. Sanders. Mete el walkman dentro del attaché junto a un teléfono plegable portátil inalámbrico tamaño cartera (antes tenía un NEC 9000 Porta portátil) y saca el periódico de hoy—. En el de hoy, sólo en el de hoy…, vamos a ver…, modelos estranguladas, bebés tirados desde el techo de los edificios, niños asesinados en el metro, una reunión comunista, un jefe de la Mafia liquidado, nazis… —recorre las páginas con excitación—, jugadores de béisbol con sida, más porquería de la Mafia, atascos, vagabundos sin casa, diversos maníacos, enjambres de maricones llenando las calles, madres de alquiler, la supresión de una serie televisiva, niños que consiguen entrar en un zoológico y torturan y queman vivos a varios animales, más nazis…, y el chiste es, la gracia final es, que todo eso pasa en esta ciudad…, no en otro sitio, exactamente aquí, te traga, espera un momento, más nazis, atascos, atascos, vendedores de bebés, mercado negro de bebés, bebés con sida, bebés yanquis, un edificio que cae encima de un bebé, un bebé maníaco, atascos, un puente que se hunde… —Deja de hablar, respira a fondo y luego dice tranquilamente, con los ojos fijos en un mendigo de la esquina de la Segunda con la Quinta—: Ése hace el número veinticuatro de los que he visto hoy. Llevo la cuenta. —Luego pregunta, sin echar ni un vistazo—: ¿Por qué no llevas el blazer de estambre azul marino y los pantalones grises? —Price lleva un traje de lana y seda con seis botones de Ermeregildo Zegna, una camisa de algodón con puños franceses de Ike Behard, una corbata de seda de Ralph Lauren y zapatos de cuero de Fratelli Rossett!
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Bret Easton Ellis. Es un novelista estadounidense nacido en Los Ángeles el 7 de marzo de 1964. Es considerado el principal representante de la Generación X en la literatura y uno de los autores posmodernos más destacados de la actualidad. Su obra ha sido objeto de controversia, generando críticas tanto positivas como negativas.
Además de escritor, es periodista, ensayista, editor de revistas literarias, conferenciante y académico. Creció en una familia de clase media en San Fernando Valley y estudió en la Escuela Buckley antes de asistir al Bennington College en Vermont, donde se inspiró para su novela Las leyes de la atracción.
Comenzó como tecladista de varias bandas antes de publicar su primera novela, Menos que cero, en 1985 mientras todavía era estudiante. La novela, que relata las vacaciones de un hijo de magnates de Hollywood y sus amigos entre coches de lujo, drogas y desenfreno, le hizo millonario a los 21 años de edad.
En 1987 publicó su segunda novela, Las leyes de la atracción, que trata la vida de varios estudiantes de una escuela de arte liberal, utilizando una técnica literaria poco común: la mezcla de la visión individual de cada protagonista en forma de diario.
En 1991 publicó su obra más famosa, American Psycho, que narra la doble vida del yuppie Patrick Bateman, ejecutivo impecable y asesino en serie por capricho. La novela fue muy controvertida y criticada, pero también elogiada y llevada al cine.
Después de American Psycho, publicó Los confidentes (1994), Glamourama (1998), Lunar Park (2005) e Imperial Bedrooms (2010), una continuación de Menos que cero, 25 años después.
La vida personal de Ellis ha sido objeto de atención constante debido a su carácter social y su presencia en fiestas y eventos de la clase yuppie estadounidense. Ha sido considerado bisexual, y en 2005 reveló que mantuvo una relación de seis años con su mejor amigo y amante Michael Kaplan, quien falleció en 2004. La muerte de Kaplan fue el catalizador para finalizar Lunar Park.
Su obra ha sido traducida al español y publicada por diversas editoriales en España y Latinoamérica.