Alas de fuego
Resumen del libro: "Alas de fuego" de Laura Gallego García
“Alas de Fuego” de Laura Gallego García es una novela fascinante que transporta a los lectores a un mundo mágico donde humanos y ángeles coexisten desde tiempos inmemoriales. La autora, conocida por su habilidad para tejer tramas envolventes y personajes complejos, nos presenta un universo donde los ángeles, seres de carne y hueso con alas, son dotados de sabiduría y belleza sobrenatural. La protagonista, la reina Marla, es una joven monarca destinada a liderar una nación radiante, con la constante protección y guía de Ahriel, un ángel cuya lealtad y deber son indisolubles.
Sin embargo, el destino de Ahriel da un giro inesperado cuando descubre una conspiración que amenaza con desencadenar una guerra devastadora entre humanos y ángeles. Traicionada y encarcelada en Gorlian, una prisión inhóspita y salvaje, Ahriel se enfrenta a un desafío que pondrá a prueba no solo su capacidad de supervivencia, sino también su comprensión del mundo humano. Laura Gallego García nos sumerge en un viaje emocionante a través de los paisajes desolados de Gorlian, donde cada página está impregnada de tensión y suspenso.
La narrativa de Gallego García destaca por su fluidez y su capacidad para crear atmósferas vívidas y personajes memorables. A medida que Ahriel lucha por adaptarse a su nueva realidad, los lectores son testigos de su crecimiento y transformación, explorando temas universales como la redención, la lealtad y la empatía. A través de sus experiencias en Gorlian, Ahriel aprende a ver el mundo desde una perspectiva humana, desafiando sus propias creencias y prejuicios.
“Alas de Fuego” es una obra maestra del género fantástico que cautiva desde la primera página hasta el emocionante desenlace. Con una prosa elegante y evocadora, Laura Gallego García nos sumerge en un universo rico en detalles y mitología, ofreciendo una reflexión profunda sobre la naturaleza humana y el poder del perdón. Esta novela es un testimonio del talento indiscutible de la autora para crear mundos imaginarios que trascienden las fronteras de la realidad, dejando una huella imborrable en el corazón de los lectores.
I
La reina María se hallaba asomada al amplio balcón del salón del trono, viendo combatir a su ángel, cuando recibió la noticia del asesinato del conde Aren. El mensajero le habló al oído, de manera que nadie más pudo escucharlo, pero los labios de ella se fruncieron levemente. Aquélla fue su única reacción.
No comentó el asunto con nadie más.
Cuando el mensajero se retiró, la reina María continuó en la misma posición, asomada a la balconada, como si la noticia hubiese sido del todo intrascendente.
La reina María tenía diecisiete años, y era la soberana de una nación resplandeciente, pero rodeada de reyes ambiciosos que deseaban ampliar su territorio.
María había aprendido desde niña a no mostrar sus sentimientos, porque no ignoraba que tenía espías en la corte. Todo el mundo sabía que no confiaba en nadie. Salvo, quizá, en su ángel.
Abajo, en el patio, dos figuras se batían en un duelo de espadas. Una de ellas era un feroz bárbaro que había venido desde las llanuras del este para tratar de alcanzar la fama como combatiente en los Juegos de Karishia, la capital del reino. En los tres meses que llevaba luchando todavía no había perdido un solo combate. Cuando saltaba a la arena, todos vociferaban su nombre, enardecidos. Pero cuando caminaba por las calles de la ciudad, exhibiendo su poderosa musculatura, la gente se apartaba a su paso, intimidada.
Había hecho fortuna en los Juegos y era admirado y respetado. Una noche, en una fiesta, había afirmado que sería capaz de derrotar al ángel de la reina María. Estaba borracho cuando lo dijo, pero, de todos modos, la noticia del desafío había corrido por toda Karishia, y él no había tenido más remedio que hacer llegar al palacio un reto formal.
Todos sabían que al ángel no le gustaba luchar en peleas banales. Pero el bárbaro era famoso, y el desafío había despertado mucha expectación. La propia María le había pedido que combatiese.
Y allí estaba ella. Cubría su cuerpo con una armadura de oro, reluciente como el mismo sol. Sus cabellos negros, recogidos en un complicado peinado de trenzas, se le desparramaban por los hombros, rectos y orgullosos. Había extendido sus grandes alas blancas, y su sombra parecía cubrirlo todo. Era casi tan alta como el enorme bárbaro, pero infinitamente más hermosa. Su nombre era Ahriel.
El mercenario gruñó, alzó la espada y se lanzó contra ella. Ahriel esperó, seria y serena, con los músculos en tensión. Se movió ágilmente en el último momento y se apartó de la trayectoria del bárbaro, que casi perdió el equilibrio.
No había sido un movimiento muy airoso por su parte. Los espectadores rieron, y el bárbaro gruñó. Pero Ahriel no sonrió.
—¿Por qué no utilizas tus alas, pajarita? —escupió el mercenario—. ¿Por qué no vuelas?
Nadie se había atrevido nunca a hablarle de esa forma al ángel de la reina María, pero el bárbaro estaba furioso, y había sido herido en su orgullo de hombre del este.
—No estaríamos en igualdad de condiciones —dijo Ahriel suavemente; su voz sonaba clara y profunda como el tañido de una campana.
…
Laura Gallego García. Escritora española, estudió Filología Hispánica en la Universidad de Valencia aunque es conocida para el gran público gracias a sus novelas dedicadas a la literatura infantil y juvenil, con las que ha conseguido un gran éxito, tanto a nivel nacional como internacional.
Gallego comenzó su carrera literaria cuando todavía cursaba estudios universitarios, logrando el Premio Barco de Vapor en 1998 con su libro Finis Mundi. Tras esta novela llegaron otras, como la serie de Crónicas de la Torre, obteniendo su mayor éxito a partir de 2004 con la trilogía de Memorias de Idhún, una de las sagas más vendidas de la historia de la narrativa juvenil en castellano.
Además de esta serie, también ha publicado series dedicadas a un público infantil, como Sara y las goleadoras, pero ha mantenido una notable línea dentro del juvenil fantástico, confirmada con Donde los árboles cantan, que se llevó el Nacional de Literatura Infantil y Juvenil. También ha probado suerte en la narrativa para adultos con títulos como Dos velas para el diablo. En 2012 vio reconocida toda su carrera al recibir el Premio Cervantes Chico. Su obra ha sido traducida a más de quince idiomas.