Resumen del libro:
«Se dice que la realidad en ocasiones supera a la ficción, y en ninguna parte es esto más cierto que en el caso de los agujeros negros. Los agujeros negros son algo más extraño que cualquier cosa imaginada por los escritores de ciencia ficción». En estas clarificadoras conferencias, el legendario físico Stephen Hawking sostiene que si tan solo pudiéramos entender los agujeros negros y la forma en que desafían la propia naturaleza del espacio y el tiempo, podríamos desbloquear los secretos del universo.
En estas conferencias, el sentido de asombro de Hawking es contagioso a medida que avanza sobre lo que sabemos y no sobre los agujeros negros, y respuestas teóricas a preguntas más específicas, tales como ¿qué pasaría si alguna vez te absorbiera uno? Con anotaciones y una introducción del editor de ciencia de la BBC News, David Shukman, con ilustraciones caprichosas e iluminadoras, Agujeros negros ofrece una mirada sincera a uno de los grandes misterios científicos de todos los tiempos.
Introducción
Todo lo que rodea a Stephen Hawking inspira fascinación: la angustia de un genio atrapado en un cuerpo enfermo; la insinuación de una sonrisa que ilumina un rostro en el que solo puede moverse un músculo; la inconfundible voz robótica que nos invita a compartir la emoción del descubrimiento mientras su mente vaga por los rincones más extraños del universo.
Contra todo pronóstico, esta figura extraordinaria ha rebasado las fronteras habituales de la ciencia. Su libro Historia del tiempo vendió nada menos que diez millones de ejemplares. Sus apariciones como estrella invitada en series cómicas, las invitaciones a la Casa Blanca y una película de éxito sobre su vida le han confirmado como una celebridad. Ha conseguido convertirse en el científico más famoso del mundo, nada menos.
En los años sesenta le dieron dos años de vida al diagnosticarle una enfermedad de las neuronas motoras. Pero más de medio siglo después sigue investigando, escribiendo, viajando y apareciendo con regularidad en los medios de comunicación. Para explicar este dinamismo extraordinario, su hija Lucy le describe como «un enorme testarudo».
Sea por el dolor de su historia personal o por su capacidad para el entusiasmo, Hawking atrapa la imaginación. Hace poco advirtió de que la humanidad se enfrenta a una serie de desastres de creación propia —desde el calentamiento global hasta los virus modificados de modo artificial— y el artículo que informaba de sus palabras fue el más leído de ese día en la web de la BBC.
Es una tremenda ironía que un comunicador de esa talla no pueda mantener una conversación normal. Para hacerle una entrevista, hay que mandarle las preguntas con antelación. Hace unos años, su equipo me aconsejó que no intentara charlar con él, por el tiempo que le lleva componer las respuestas incluso a las preguntas más breves. Con la emoción que me produjo conocerle, sin embargo, no pude evitar que se me escapara un «¿Qué tal estás?», y luego tuve que esperar la respuesta con sentimiento de culpabilidad. Él estaba bien.
En su despacho de Cambridge hay un tablón cubierto de ecuaciones. La moneda de cambio de la cosmología son unas matemáticas de la clase más exclusiva. Pero la contribución más excepcional de Stephen Hawking a la investigación científica se basa en aprovechar los enfoques de unas especialidades de apariencias muy diferentes: en la ocasión más célebre, fue el primero en investigar los vastos dominios del espacio utilizando unas técnicas científicas desarrolladas para estudiar las minúsculas partículas del interior del átomo.
Sus colegas de este campo terriblemente complejo pueden temer que su trabajo jamás pueda ser inteligible para el público. Pero el esfuerzo por alcanzar una audiencia amplia es uno de los distintivos de Hawking. En las conferencias Reith de la BBC de este año, ha afrontado el desafío de resumir una vida de descubrimientos sobre los agujeros negros en dos charlas de 15 minutos. Y, para aquellos lectores que se sienten curiosos pero perplejos, o cautivados por la ciencia pero nerviosos, he añadido unas notas en los puntos clave para intentar echarles una mano.
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