“Las campanas de Juana la Loca”, de la escritora y periodista cubana Marta Rojas, ha sido calificada, en su presentación en Madrid, como la obra más sorprendente de la autora.
En el debate generado por la novela, que tuvo lugar en la sala Andrés Bello de la Organización de Estados Iberoamericanos, la estudiosa Clara Caballero, en nombre de la Consultoría Cidalia, se refirió a Marta Rojas como la “Benito Pérez Galdós” de Cuba al reconocer en esta novela la impronta del célebre escritor, además de que la obra no es lineal y ostenta el liderazgo de una escuela de nueva novelística latinoamericana.
Los críticos, por su parte, destacaron el rescate de la figura del lector de tabaquería, patrimonio nacional cubano, por lo trascendente de esta antigua profesión y su significado en la cultura de Cuba.
Justamente el personaje del lector de tabaquería, es el recurso utilizado por la autora para adentrarnos en una historia dividida en dos grandes bloques temáticos: el de los inicios de la convivencia entre los europeos con los indígenas y los negros que llegaron a Cuba como esclavos; crónica ésta de un autor anónimo que, posteriormente, es leída en una tribuna tabaquera y nos conduce por una trama de amor y pasiones a lo largo de tres siglos, con sus 160 años de guerra, donde prima el protagonismo de la mujer.
Además, Marta Rojas, con un erudito juego de intertextualidades, recrea el lenguaje de la época y nos remite a clásicos de nuestra lengua como “el Quijote”, o a obras fundacionales como el “Cantar de los Cantares” y a otros haceres más contemporáneos como la cancionística de Silvio Rodríguez.