En el día de ayer, se celebró en Tokio, Japón, un homenaje al poeta nicaragüense Rubén Darío en el centenario de su muerte.
Con este tributo, en el que se recitaron algunos de los poemas del llamado padre del modernismo literario, se acercó la figura del autor al público de Japón, un país que siempre admiró por su “cortesía y unidad cultural” y del que criticaba su “militarismo”, según explicó a Efe Jorge Eduardo Arellano, profesor nicaragüense ponente en el simposio que tuvo lugar el Instituto Cervantes de Tokio.
A pesar de que nunca nunca viajó a Japón, el poeta siempre mostró interés por la cultura de ese país, lo cual, según relató durante el homenaje, Carlos Marzal, Premio Nacional de Poesía española, se evidencia en su obra, donde “aparecen referencias a lo nipón, a lo parisino, lo hindú, lo clásico”.
Aunque a Rubén Darío se le reconoce como el padre del modernismo literario por haber revolucionado la literatura hispana con obras como “Azul’”, de 1888 o “Prosas Profanas”, de 1896; aún es una figura literaria poco conocida por los nipones, pues apenas dos de sus obras están traducidas al japonés.
En este simposio bilingüe, organizado de manera conjunta por el Instituto Cervantes de Tokio, la Embajada de Nicaragua en Tokio y la organización cultural Japan Foundation, participaron también los hispanistas japoneses Norio Shimizu y Emma Nishida.