Karma
Annie Besant
Un buen pensamiento se mantiene como una fuerza activa y benéfica, y uno malo como un maléfico demonio. De esta suerte el hombre está continua mente poblando su ambiente con un mundo de su creación, henchido de los brotes de sus caprichos, deseos, impulsos y pasiones, que reaccionan sobre cualquier organismo sensitivo o nervioso puesto en contacto con ellos, en proporción de su dinámica intensidad. El budista llama a este fenómeno su Skandha; el hinduista le denomina Karma.