El pobre Bill
Lord Dunsany
En una antigua guarida de marineros, una taberna del puerto, se apagaba la luz del día. Frecuenté algunas tardes aquel lugar con la esperanza de escuchar, de los marineros que allí se inclinaban sobre extraños vinos, algo acerca de un rumor que había llegado a mis oídos de cierta flota de galeones de la vieja España que aún se decía que flotaba en los mares del Sur por alguna región no registrada en los mapas...
Sortilegio de otoño
Joseph von Eichendorff
El caballero Ubaldo, una tranquila tarde de otoño mientras cazaba, se encontró alejado de los suyos, y cabalgaba por los montes desiertos y boscosos cuando vio venir hacia él a un hombre vestido con ropas extrañas...
Las noches difíciles
Dino Buzzati
En 1971 aparecía "Las noches difíciles" del escritor italiano Dino Buzzati y con él, el último libro de relatos publicado en vida del autor, que moriría al año siguiente. El libro reúne treinta relatos, cuya selección fue hecha por el autor, combinando material en parte, inédito, y en su mayoría ya publicado en el Corriere Della Sera y diversas revistas. En ellos se hacen presentes todas las obsesiones del mejor Buzzati: la dimensión misteriosa de lo real, el sentido del tiempo y de la espera, la pesadilla del miedo y de la muerte... Todo ello apenas velado bajo la ironía y la capa engañosa de lo cotidiano y lo trivial: "Lo fantástico debe desembocar en una forma de realidad", afirmaba Buzzati.
El barbazul delicado
José Edwards
Un accidente sin importancia (la transitoria descompostura del autobús en que viajábamos) nos agrupó en un cuarto estrecho situado en medio del campo...
Preciada puerta
William Goyen
-Hay alguien tirado en el campo -vino a decirnos mi hermanito. Eran las ocho en punto de la mañana y hacía tanto calor que la hierba despedía humo y los saltamontes cantaban. Durante días, había corrido la voz de que llegaba un huracán. Desde ayer sentíamos sus indicios: una quietud en el aire seguida por la abrupta ondulación del viento; el cielo parecía más alto y se veía lavado...
Canción de Navidad
Charles Dickens
Las buenas intenciones suelen producir mala literatura, decía Flaubert, pensando sin duda en las obras moralizantes. Canción de Navidad es una gloriosa excepción al aforismo. Escrito bajo el peso de las ideas sociales de Dickens, concebido tal vez como una fábula moral para una época, una sociedad y un país determinados, este «villancico en prosa» ha trascendido sus límites para conmover y entusiasmar a los lectores más exigentes de todos los tiempos. Uno de ellos fue Robert Louis Stevenson, que, en un arrebato de entusiasmo, escribió estas palabras: «¡Qué hermoso es para un hombre haber escrito libros como ésos y llenar de piedad los corazones de las gentes!».
Historias de San Petersburgo
Nikolái Gógol
Bajo el título genérico de Historias de San Petersburgo se reúnen los cinco relatos breves más sobresalientes de la obra de Nikolái Gógol (1809-1852), vinculados por el nexo común de estar situados en la capital de la Rusia imperial. Junto a piezas tan célebres como «La nariz» y «El abrigo», encontramos otras, como «La avenida Nevski», «El retrato» y «Diario de un loco», que representan lo más característico del modo de contar del autor, a saber, su deliciosa combinación de sátira social, fantasía, ternura y compasión.
El beso
Tommaso Landolfi
El notario D., soltero y todavía joven pero endemoniadamente tímido con las mujeres, apagó la luz y se dispuso a dormir; en eso estaba cuando sintió algo sobre los labios: como un soplo o, más bien, como el roce de un ala. No le prestó mucha atención, pudo haber sido el viento provocado por las frazadas al moverlas o bien una pequeña mariposa nocturna, así que de inmediato se quedó dormido...
Memoria de mayo
William Goyen
Anduvo perdido todo el día por Roma. Era un mayo frío, oscuro y lluvioso. Una mala primavera, una primavera maldita. Las flores no se abrían. Estaban demoradas, encogidas por el frío y el tacto pálido del sol. Había salido de su habitación helada...
Catwings. Las aventuras de los gatos alados
Ursula K. Le Guin
Una noche, la señora Jane Tabby soñó que podía volar y escapar de la dura vida en la ciudad. Pero ya se sabe: los gatos no pueden volar. Cuando, poco después, nacieron sus hijos, entendió el significado de ese sueño. ¡Habían nacido con alas! Debían marcharse y buscar una vida mejor lejos del barrio. ¿Qué aventuras les esperan más allá de los confines de la ciudad? Sigue las aventuras de los maravillosos gatos alados creados por Ursula K. Le Guin en una edición especial que reúne toda la serie. De la autora que ha fascinado a creadores como Hayao Miyazaki, Margaret Atwood o Haruki Murakami, y que ha inspirado series como Harry Potter y Juego de tronos.
El huracán
Lord Dunsany
Me encontraba una noche solo en la gran colina contemplando una lúgubre y tétrica ciudad. Durante todo el día había perturbado el cielo sagrado con su humareda y ahora estaba bramando a distancia y me miraba colérica con sus hornos y con las ventanas iluminadas de sus fábricas...
La casa del pasado
Algernon Blackwood
Una noche una Visión vino a mí, trayendo con ella una antigua y herrumbrosa llave. Me llevó a través de campos y senderos de dulce aroma, donde los setos ya susurraban en la oscuridad primaveral, hasta que llegamos a una inmensa y sombría casa, de ventanas conspicuas y tejado elevado, medio escondido en las sombras de la madrugada...
Chickamauga
Ambrose Bierce
En una tarde soleada de otoño, un niño perdido en el campo, lejos de su rústica vivienda, entró en un bosque sin ser visto. Sentía la nueva felicidad de escapar a toda vigilancia, de andar y explorar a la ventura, porque su espíritu, en el cuerpo de sus antepasados, y durante miles y miles de años, estaba habituado a cumplir hazañas memorables en descubrimientos y conquistas: victorias en batallas cuyos momentos críticos eran centurias, cuyos campamentos triunfales eran ciudades talladas en peñascos...
El jardín encantado
Italo Calvino
Giovannino y Serenella caminaban por las vías del tren. Abajo había un mar todo escamas azul oscuro azul claro; arriba un cielo apenas estriado de nubes blancas. Los rieles eran relucientes y quemaban...
El acto libre
José Edwards
La Secretaria privada del Señor X, Director General de la Confederación Internacional de la Producción Universal, entró tímidamente en su privadísimo despacho con una tarjeta en la mano. Se la entregó balbuceando...
Murciélagos
Gustav Meyrink
Murciélagos (1916) es quizás el libro de relatos más importante de Gustav Meyrink, el famoso autor de El Golem (1913). Su otro volumen, El cuerno encantado del pequeño burgués alemán (1913), recopila sólo una serie de relatos publicados de forma dispersa en revistas de la época. Murciélagos incluye varios de sus cuentos más destacados: Maese Leonhard, una nouvelle por su extensión, donde fusiona dos historias, una de incesto y de crimen —morosa y convincente—; y otra que lleva a Leonhard en busca de Jacobo de Vitríaco, el místico Gran Maestre de la Orden del Temple —mística y obsesiva—, una historia muy lograda que luego serviría de modelo a toda una generación de autores ingleses cultivadores del género. En el mismo nivel se ubican La visita que J. H. Oberheit hace a las tempijuelas, El cardenal Napellus y Los cuatro hermanos lunares, relato que contiene un curioso resumen, por así decirlo, de sus cuatro temas mayores. El juego de los grillos, De cómo el Dr. Job Paupersum le trajo rosas rojas…
Caronte
Lord Dunsany
Caronte se inclinó hacia delante y remó. Todas las cosas eran una con su cansancio. Para él no era una cosa de años o de siglos, sino de ilimitados flujos de tiempo, y una antigua pesadez y un dolor en los brazos que se habían convertido en parte de un esquema creado por los dioses y en un pedazo de Eternidad...
Cuentos sobrenaturales
Carlos Fuentes
Desde el inicio de su carrera literaria, el territorio del relato fantástico le es tan natural a Carlos Fuentes como respirar. Este volumen incluye los siguientes cuentos, originalmente publicados en los volúmenes Los días enmascarados y Cantar de ciegos: «Tlactocatzine del jardín de Flandes», «Por boca de los dioses», «Letanía de la orquídea» y «La muñeca reina». Incluye además Aura, así como los relatos inéditos «El robot sacramentado», «Un fantasma tropical» y «Pantera en jazz».
Cuentos de amor de locura y de muerte
Horacio Quiroga
Cuentos de amor de locura y de muerte —sin la coma que haría creer en una simple enumeración de categorías— es el libro que Horacio Quiroga publicó en 1917, reuniendo narraciones de los quince años anteriores, y que significó su consagración como uno de los cuentistas más vigorosos y creativos del ámbito latinoamericano. Escritos alrededor de los temas que obsesionaban al autor, como la fuerza invencible de la naturaleza o el misterio de las relaciones humanas, estos relatos dan testimonio de las dos modalidades que Quiroga cultivó con maestría: por un lado, los cuentos que saben construir un clima que envuelve al lector desde las primeras líneas y, por otro, los que se encaminan inexorablemente hacia un final impactante, donde los protagonistas se enfrentan a un instante que puede ser lúgubre, misterioso, macabro o insólito, pero siempre definitivo.
Todos los cuentos de los hermanos Grimm
Jacob Grimm, Wilhelm Grimm
Desde siempre, los cuentos de hadas, elegidos de forma adecuada para cada edad del niño, han supuesto un alimento muy especial para el alma infantil. Sin embargo, no acostumbramos a pensar en la fuente, profunda y amplia, que da origen a estas narraciones. Consideramos que esta traducción es la que más fielmente reproduce el trabajo original de los hermanos Grimm, así como el espíritu de los textos.
Cuentos de un soñador
Lord Dunsany
El presente volumen reúne cinco de estas colecciones: «Los dioses de Pegãna» (1905), «El tiempo y los dioses» (1906), «Cuentos de un soñador» (1910), «El libro de los prodigios» (1912) y «El postrer libro de los prodigios» (1916). «Inventor de una nueva mitología, Lord Dunsany se consagró a un extraño mundo de fantástica belleza. Su punto de vista es el más auténticamente cósmico de cuantos se puedan encontrar en la literatura de cualquier época. Nos habla de Hlo-Hlo, el gigantesco ídolo araña, que no siempre se queda en casa, de los gibelinos antropófagos que habitan una torre maligna y guardan un tesoro, y de los ojos que vigilan en los Abismos Inferiores. Dunsany es una llave que abre magníficas reservas de ensueños y recuerdos a los lectores verdaderamente imaginativos». («El horror sobrenatural en la literatura», H.P. Lovecraft)
El piloto ciego
Giovanni Papini
Jorge Luis Borges aseguraba que de Giovanni Papini, uno de sus escritores predilectos, pervivirían algunos aforismos, algunas páginas, algunos cuentos… Y entre ellos figuran sin duda varios de los que componen 'El piloto ciego', una de las grandes obras de la literatura fantástica de principios del siglo XX que, inexplicablemente, desde hace décadas no ha sido reeditada en español. Maestro de Dino Buzzati y discípulo de Edgar Allan Poe, «si los cuentos papinianos no reflejan el terror o la morbosidad de la temática de Poe, es evidente que en ellos se desborda la extrañeza y la reflexión metafísica, tratadas con mayor o menor grado de ironía y sarcasmo junto a una magnífica práctica del suspense, que acaba provocando en el lector un efecto abrumador de sorpresa, desconcierto y turbación».
El árbol de la ciencia
Henry James
Entre otras convicciones secretas, cual las que todos albergamos, Peter Brench estimaba como el más grande logro de su vida no haber emitido jamás un juicio comprometedor sobre la obra, como era denominada, de su amigo Morgan Mallow...
El cuento del cortador de bambú
Anónimo
El cuento del cortador de bambú narra la historia de la princesa Kaguya. La pequeña, de tamaño tan diminuto que cabe en la palma de la mano, es milagrosamente descubierta en el interior de un tronco de bambú por el anciano leñador Okina, quien la criará junto a su esposa como si de su propia hija se tratase. La princesa crecerá y se convertirá en una hermosa joven cuya excepcional belleza atraerá a multitud de pretendientes, a los que someterá a pruebas imposibles. No obstante, ninguno de ellos será aceptado por la princesa. Hasta el mismísimo emperador del Japón, prendado de tan sublime beldad, será rechazado. El motivo no es otro que el misterio que envuelve el verdadero origen de Kayuga y que determinará el desenlace final de la historia. Considerada como el primer relato de ficción de la literatura japonesa escrito con el sistema silábico «kana» y precursora del género «monogatari» que florecería a lo largo de la época Heian, esta joya del siglo X no solo nos explica…
Cuento áureo
Manuel Díaz Rodríguez
Psiquis, mujer al cabo, era imprudente y curiosa. Mil desventuras le costó su primera curiosidad, cuando quiso ver el rostro del amante dormido y una gota de aceite escapada de la funesta lámpara ahuyentó al hijo de Venus. Desde entonces, y por mucho tiempo, la vida fue para Psiquis una serie de malandanzas...
Circe
Julio Cortázar
Porque ya no ha de importarle, pero esa vez le dolió la coincidencia de los chismes entrecortados, la cara servil de Madre Celeste contándole a tía Bebé la incrédula desazón en el gesto de su padre. Primero fue la de la casa de altos, su manera vacuna de girar despacio la cabeza, rumiando las palabras con delicia de bolo vegetal...
Cuentos de brujas de escritoras victorianas
AA.VV.
En Gran Bretaña, en la época victoriana, las mujeres de las clases más acomodadas se reunían en «círculos» en los que se dedicaban a diferentes actividades. El interés por la brujería aglutinó muchas de esas reuniones, donde se contaban noticias, cuentos, tradiciones, y se inspiraban nuevas obras de creación. En Cuentos de brujas de escritoras victorianas (1839-1920) Peter Haining ha querido reflejar esa variedad: la antología incluye crónicas históricas y legendarias tanto como ficciones escritas por mujeres que en su día no gozaron de mucho prestigio y que hoy en su mayoría han sido bastante olvidadas pero que sin duda ha valido la pena recuperar.
El gnomo
Gustavo Adolfo Bécquer
Las muchachas del lugar volvían de la fuente con sus cántaros en la cabeza, volvían cantando y riendo con un ruido y una algazara que sólo pudieran compararse a la alegre algarabía de una banda de golondrinas cuando revolotean espesas como el granizo alrededor de la veleta de un campanario...
El bosque raíz laberinto
Italo Calvino
En un bosque tan frondoso que aún de día estaba oscuro, el rey Clodoveo cabalgaba a la cabeza de su ejército, de retorno de la guerra. El rey estaba preocupado: sabía que a un cierto punto el bosque debía terminar y entonces él habría llegado a la vista de la capital de su reino, Arbolburgo...
¿Dónde está mi cabeza?
Benito Pérez Galdós
Antes de despertar, ofrecióse a mi espíritu el horrible caso en forma de angustiosa sospecha, como una tristeza hondísima, farsa cruel de mis endiablados nervios que suelen desmandarse con trágico humorismo...