El tapiz amarillo
Charlotte Perkins Gilman
Publicado por primera vez en 1892, El tapiz amarillo está escrito como el diario secreto de una mujer que, debilitado su gusto por el matrimonio y la maternidad, es obligada a una cura de reposo en el campo para remediar su «condición nerviosa», que en realidad sólo era una depresión posparto. Aunque ella desea escribir, su esposo y doctor se lo prohíbe, prescribiendo en cambio pasividad completa. Encerrada en su habitación, la protagonista crea una realidad propia más allá del dibujo hipnótico del desteñido tapiz amarillo, un dibujo que ha venido a simbolizar su propia reclusión. Narrado con soberbia precisión psicológica y dramática, El tapiz amarillo se destaca no sólo por la autenticidad imaginativa con la que pinta el descenso a la locura de una mujer, sino también por la fuerza de su testimonio de la importancia que la libertad y el autoempoderamiento tienen para la mujer.
El barco fantasma
Ciro Alegría
Por los lentos ríos amazónicos navega un barco fantasma, en misteriosos tratos con la sombra, pues siempre se lo ha encontrado de noche. Está extrañamente iluminado por luces rojas, tal si en su interior hubiese un incendio...
El lago
Ray Bradbury
Un cielo a mi medida arrojado sobre el lago Michigan; sobre la arena amarilla, algunos críos gritones botando pelotas; una o dos gaviotas, una madre criticona y yo huyendo de una ola y encontrando este mundo nublado y húmedo...
Historias de miedo para contar en la oscuridad
Alvin Schwartz
«Los primeros colonos norteamericanos solían entretenerse contando historias de miedo. Se reunían al anochecer en alguna cabaña, o alrededor de un fuego, y competían para demostrar quién era capaz de asustar más. Algunas chicas y chicos hacen lo mismo hoy día. Se reúnen en la casa de alguien, apagan las luces, comen palomitas de maíz, y se pegan unos sustos de muerte. Contar historias de miedo es algo que la gente ha hecho durante miles de años, y a la mayoría de nosotros nos gusta que nos asusten de esa manera. Algunas de estas leyendas son muy antiguas, y se cuentan en diversas partes del mundo. Y la mayoría de ellas tienen el mismo origen. Se basan en hechos que las personas vieron o escucharon o experimentaron, o que al menos piensan que así fue». Alvin Schwartz.
Al otro lado de la pared
Ambrose Bierce
Hace muchos años, cuando iba de Hong Kong a Nueva York pasé una semana en San Francisco. Hacía mucho tiempo que no había estado en esa ciudad y durante todo aquel periodo mis negocios en Oriente habían prosperado más de lo que esperaba...
El ladrón de cadáveres
Robert Louis Stevenson
Todas las noches del año nos sentábamos los cuatro en el pequeño reservado de la posada George en Debenham: el empresario de pompas fúnebres, el dueño, Fettes y yo. A veces había más gente; pero tanto si hacía viento como si no, tanto si llovía como si nevaba o caía una helada, los cuatro, llegado el momento, nos instalábamos en nuestros respectivos sillones...
El joven Goodman Brown
Nathaniel Hawthorne
El joven Goodman Brown salió a la calle de la aldea de Salem cuando el sol se ponía. Pero después de cruzar el umbral introdujo de nuevo la cabeza para cambiar besos de despedida con su reciente esposa. Y Fe, como tan apropiadamente se llamaba, sacó a su vez su linda cabecita, permitiendo que el viento jugara con las cintas rosadas de la cofia mientras llamaba a Goodman Brown...
Acerca de la muerte de Bieito
Rafael Dieste
Fue cerca del camposanto cuando sentí removerse dentro de la caja al pobre Bieito. (De los cuatro portadores del ataúd yo era uno). ¿Lo sentí o fue aprensión mía? Entonces no podría asegurarlo. ¡Fue un rebullir tan suave!… Como la tenaz carcoma que roe, roe en la noche, roe desde entonces en mi magín enfervorizado aquel suave rebullir...
La viuda del manto prieto
Emilio S. Belaval
Por la noche, la viuda del manto prieto arropaba el cañaveral del barrio con sus tocas harapientas. ¡Condená! Tenía los ojos llenos de ceniza, la boca llagada y unas manos huesudas que no se acababan de morir...
La mujer negra o una antigua capilla de templario
José Zorrilla
Uno de los templos que se ven hoy en Castilla la Vieja es el de Torquemada, villa situada a pocas leguas de Valladolid, entre esta ciudad y la de Burgos. Antes que este se edificara, servía de iglesia una capilla que llaman de Santa Cruz...
Licantropía
Rubén Bareiro Saguier
Cuando ayer lo vi en la calle, tan cadavérico, me vino a la memoria la cantidad de rumores que corrían por el pueblo a propósito del tío Cabrilla y de la tía Lalí. «Mentiras», decía mi madre; «calumnias», sentenciaba -más severo mi padre, coreado por los comentarios indignados de sus hermanas. Aunque luego, hasta mamá pareció cambiar de opinión, o por lo menos guardaba silencio, cuando se hablaba de la cosa...
Un miembro del Comité del Terror
Thomas Hardy
"El caballero extranjero iba tan preocupado que apenas había reparado en ella, pero aquel extraño desvanecimiento atrajo inmediatamente su atención. Cruzó rápidamente la calzada, la levantó y la llevó a la tienda más próxima al puente, explicando que era una dama que se había puesto enferma en la calle..."
El último libro
Alphonse Daudet
"«¡Ha muerto!» me dijo alguien en la escalera. Desde hacía ya unos días esperaba la lúgubre noticia. Sabía que, de un momento a otro, me la iba a encontrar en esta puerta; y, sin embargo, me sorprendió como algo inesperado..."
Levitación
Joseph Payne Brennan
"El Circo Ambulante Morgan llegó a Riverville para dar una función de noche, y plantó sus tiendas en el parque situado en uno de los extremos del pueblo. Era un cálido atardecer de primeros de octubre, y a eso de las siete una gran multitud se había congregado ante la barraca principal del Circo, dispuesta a divertirse..."
El fantasma provechoso
Daniel Defoe
"Inmediatamente se empezó a decir que en la casa había dinero escondido, y el caballero esparció la noticia de que él comenzaría a excavar, seguro de que la gente se pondría muy ansiosa de que así se hiciera. En cambio, no hacía nada al respecto..."
El biombo del infierno
Ryûnosuke Akutagawa
Difícilmente habrá existido otra persona como el señor de Horikawa, ni existirá en el futuro. De él se decía que antes de su nacimiento, en los sueños de su señora madre había aparecido el Matatejas [uno de los cinco Rajás, mensajero de la esotérica secta budista Shingon: tiene seis cabezas, seis manos y seis piernas; destruye el mal y protege el bien]...
Ómnibus
Julio Cortázar
"“Par de estúpidos”, pensó Clara entre halagada y nerviosa. Ocupada en guardar su boleto en el monedero, observó de reojo a la señora del gran ramo de claveles que viajaba en el asiento de adelante..."
Los conejos blancos
Leonora Carrington
"Ha llegado el momento de contar los sucesos que comenzaron en el número 40 de la calle Pest. Parecía como si las casas, de color negro rojizo, hubiesen surgido misteriosamente del incendio de Londres..."
La bolsa maletín
Algernon Blackwood
"En ese momento escuchó a alguien subiendo suavemente la escalera. Se detuvo un momento en el descanso, tratando de escuchar. Pensó que eran los pasos de la señora Monks; seguramente estaba subiendo con el último correo. Pero los pasos cesaron súbitamente; consideró que estaban cuando menos dos pisos abajo, y Johnson llegó a la conclusión de que eran demasiado pesados para ser los de su casera bebedora..."
Espantos de agosto
Gabriel García Márquez
"Mi esposa y yo, que no creemos en aparecidos del medio día, nos burlamos de su credulidad. Pero nuestros dos hijos, de nueve y siete años, se pusieron dichosos con la idea de conocer un fantasma de cuerpo presente..."
Cuatro perros hicieron justicia
Giovanni Papini
"¡Oh, el bonito puñal damasquinado, con su vaina cubierta de terciopelo rojo, con su hoja bien afilada y su punta bien puntiaguda! «¿Por qué -pienso- este señor Dayson no mata a su mujer con ese puñal? ¡Una bonita muerte de estetas, en una villa de Fiésole, en una fría noche de febrero!» Pero el señor Dayson no está satisfecho: es preciso seguirlo hacia arriba, a las otras habitaciones."
Kappa
Ryûnosuke Akutagawa
¿Te imaginas visitar un país donde los habitantes son mitad hombre y mitad rana, donde los bebés deciden si quieren nacer o no, y donde los artistas se matan para ser famosos? Eso es lo que le sucede al protagonista de este cuento, un paciente psiquiátrico que narra su increíble aventura en el país de los kappa, unas criaturas legendarias de la cultura japonesa.
El templo
H. P. Lovecraft
La tarde del 18 de junio, tal como se informó por radio al U-61 con destino a Kiel, torpedeamos el carguero británico Victory, que iba de Nueva York a Liverpool, en la situación 45° 16’ latitud norte, 28° 34’ longitud oeste, permitiendo a la tripulación que abandonase el buque en botes, a fin de obtener una buena filmación de la escena para los archivos del Almirantazgo...
Azathoth
H. P. Lovecraft
Poco hay consignado sobre el nombre y procedencia de este hombre, ya que eso correspondía exclusivamente al mundo despierto, aunque se dice que ambos eran oscuros. Baste saber que vivía en una ciudad de altos muros donde reinaba un estéril crepúsculo...
Un hombre con manías
Robert Bloch
Bueno, en esta Convención no había enanos… sólo bebedores de tamaño natural. Cualquier zumbido de truenos de las distantes montañas hubiera sido ahogado por los gritos y las carcajadas...
La torre de las ratas
Victor Hugo
En este punto, la historia se hacía terrible. El pueblo hambriento no se dispersaba y seguía rodeando el palacio del arzobispo, gimiendo. Hatto, enojado, hizo rodear aquellas pobres gentes por sus arqueros que detuvieron a hombres y mujeres, ancianos y niños, y los encerraron en un troje al que prendieron fuego...
El vampiro estelar
Robert Bloch
Quería escribir un relato real; no uno de esos cuentos efímeros y estereotipados que producía para las revistas, sino una verdadera obra de arte. La creación de semejante obra maestra llegó a convertirse en mi ideal. Yo no era un buen escritor, pero ello no se debía enteramente a mis errores de estilo...
La metamorfosis
Franz Kafka
Al despertar Gregorio Samsa una mañana, tras un sueño intranquilo, encontróse en su cama convertido en un monstruoso insecto. Hallábase echado sobre el duro caparazón de su espalda, y, al alzar un poco la cabeza, vio la figura convexa de su vientre oscuro, surcado por curvadas callosidades, cuya prominencia apenas si podía aguantar la colcha, que estaba visiblemente a punto de escurrirse hasta el suelo. Innumerables patas, lamentablemente escuálidas en comparación con el grosor ordinario de sus piernas, ofrecían a sus ojos el espectáculo de una agitación sin consistencia...
El monte de las ánimas
Gustavo Adolfo Bécquer
-Ese monte que hoy llaman de las Ánimas, pertenecía a los Templarios, cuyo convento ves allí, a la margen del río. Los Templarios eran guerreros y religiosos a la vez. Conquistada Soria a los árabes, el rey los hizo venir de lejanas tierras para defender la ciudad por la parte del puente, haciendo en ello notable agravio a sus nobles de Castilla; que así hubieran solos sabido defenderla como solos la conquistaron...
La gallina degollada
Horacio Quiroga
No pudo gritar más. Uno de ellos le apretó el cuello, apartando los bucles como si fueran plumas, y los otros la arrastraron de una sola pierna hasta la cocina, donde esa mañana se había desangrado a la gallina, bien sujeta, arrancándole la vida segundo por segundo...