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Febrero de la papa extinta, el pelotero fugado y una insólita Feria del Libro

25 Feria Internacional del Libro de La Habana 2016

Toda la gloria junta del Santo Francisco y el Patriarca Kirill no obró milagros. Papas de dos Iglesias (Católica y Ortodoxa Rusa) reunidos por primera vez desde el siglo XI de la Historia y nada menos que en La Habana; pero ni una sola papa comestible, el divino tubérculo, sobre la tarima de los mercados cubanos. Y casi nada de otras viandas, vegetales y frutas; las pocas tocan el cielo por el alza de los precios. Ya ni el bullicio celestial de las Ferias Agropecuarias anima los barrios en fines de semana. Que si la lluvia. Que si la sequía. “¡Échenle la culpa al Niño!”1 Que si los guajiros montaron su Realengo 182 contra los intentos regulatorios del Estado.

Bateadores golpeando al aire, lanzadores tirando bolas contra el suelo. Ciegos parecían los jugadores del club Ciego de Ávila (con el refuerzo de medio equipo nacional) que asistieron a la última Serie de Béisbol del Caribe. Por si el fracaso no fuera suficiente, a la hora de volver apaleados a casa desde República Dominicana, el notición de espanto: “Yulieski Gourriel abandonó el equipo cubano…” (junto a su hermanito Lourdes). Tras la pérdida de la última estrella del firmamento doméstico: “¡el béisbol cubano ha muerto!”, “¡que clausuren el campeonato nacional de pelota!” La gente al hablar no se anda en chiquitas.

Por todas partes proliferaban vagos rumores. “Dicen que explotó todo el mundo en la editorial tal”. “No hay papel para las tiradas”. “Roturas en la imprenta”. “Empezaron a imprimir tarde”. Si no hay libros, “¿habrá Feria del Libro?”. Al fin, se convocó a conferencia de prensa por el Instituto Cubano del Libro (ICL). ¡Habemus feria! Como sea, tendremos 25 Feria Internacional del Libro de La Habana 2016 y dentro de las fechas programadas: 11 al 21 de febrero.

En esa rueda de prensa se ofrecen cifras: llegarán más de 300 participantes, incluida una amplia delegación de Uruguay, país invitado de honor; se presentarán más de 900 novedades editoriales. Cautamente, Zuleica Romay, presidenta del ICL, le recuerda a los periodistas que la Feria cubana se extiende desde febrero hasta abril, y que avanza desde la capital y hacia todas las provincias de la isla, por lo que la salida de los nuevos títulos “se hará progresivamente”. Puesto el parche. Sabiamente, el programa de actividades distribuido se prodiga en la mención de coloquios, paneles, homenajes, conversatorios, encuentros profesionales, pero no precisa muchos lanzamientos de libros.

Arranca en la Fortaleza de La Cabaña la fiesta del lector cubano. Primera sorpresa para el lector cubano: no existe, como en las ocasiones anteriores, una librería central que concentre la oferta, tendrán que circular por los stands de las diferentes editoriales para adquirir los volúmenes. Segunda sorpresa: menos timbiriches dentro del recinto ferial con oferta gastronómica. A menos pollos, mayor claridad, piensan los escritores y otros profesionales para los cuales este evento es asunto de trabajo y no todo festividad.

En cambio, los amantes del fútbol se restriegan las manos de contentos. Camisetas, gorras, revistas, posters y pegatinas, bolsos y bufandas, con los emblemas del Barcelona y el Real Madrid y el nombre de sus favoritos: Neymar, Cristiano, rellenan numerosos espacios. Ya en Isliada advertíamos cuando la Feria del pasado año de cómo Messi derrotó a Cortázar; este 2016 el rosarino se sobrepasó, para desbancar a Eduardo Galeano y sus compatriotas escritores.

Quizás, como pretexto, alguien arguya la devoción hacia el fútbol del autor uruguayo y esa nación suramericana en pleno. Pero algo ahí debería oler mal, si en fintas y goles se gasta el pueblo más CUCs3 que en pesos cubanos para comprar la sabiduría de los libros. Además, ¿por qué al unísono no se vendieron chamarras y promoción del deporte nacional? ¡Ay, y el béisbol cubano siguió perdiendo!

Muchas cosas van sucediendo según el cauce que ya se podía prever. Cancelación de varios lanzamientos de nuevos títulos por la no impresión a tiempo de los volúmenes (entre ellos, uno que mucho anunciamos por aquí: Isla en rojo. Historias cubanas de vampiros y otras criaturas letales). La novela escrita por George Orwell hace casi 70 años y publicada por primera vez en Cuba, 1984, se convierte en el libro más buscado.

Al cierre del capítulo habanero de la Feria, las cifras informadas por el Comité Organizador muestran un descenso significativo respecto al año anterior. Si en 2015 se registraron 312 359 asistentes, este 2016 casi se redujo a la mitad (187 000 personas). Notablemente peor en el número de los libros comercializados: 428 000 ejemplares en 2015, por sólo 90 000 en 2016. Aun más lamentable suena el conteo si se compara que más de un libro por asistente se adquirió en el pasado año, por apenas medio libro por persona en el presente.

“¡Pero, señor, no sea tan aguafiestas!” Sí, su razón tiene la queja, pues no todo fueron lunares. Brilló el sol de la bandera del país homenajeado, cuando la delegación venida desde el Río de la Plata desembarcó con selección de lujo: los escritores Rafael Courtoise, Fernando Butazzoni, Ramiro Sanchiz, Damián González Bertolino, Marcia Collazos, Mario Delgado Aparaín…; y además, muestras de su buen teatro (Gabriel Calderón), música (Daniel Viglietti, Fernando Cabrera), danza y tradiciones populares como el Candombe.

Tal vez no tan halagüeña para quienes conciben la Feria del Libro como magno evento popular; sin embargo, la edición de 2016 lució más consolidada en sus funciones como cita para expertos del mundo del libro. En ese acápite cabe destacar el programa del Salón Profesional y la nómina de participantes adscritos a actividades como la traducción, la edición y comercialización, los agentes literarios… Hasta acá se llegaron representantes de la establecida Feria de Frankfurt y emporios editoriales como Penguin Random House.

Pero la nota más original de este 2016 la brindaron quienes se apearon bien lejos del populacho de La Cabaña y montaron campamento en el Hotel Memories Miramar durante los días 15 y 16 de febrero. Me refiero a la nutrida “US Publishing Mission Havana Book Fair”, una constelación de CEOs de importantes empresas norteamericanas del ámbito editorial: Combined Book Exhibit, Publisher Weekly, Harper Collins, IPG, Bajer & Taylor, Smashwords, entre otros; que asistieron a un encuentro allí con sus equivalentes de la isla.

Junto a Ediciones Unión, Letras Cubanas, Gente Nueva, Arte y Literatura, Oriente, Boloña, Casa de las Américas, y otras del establishment nacional, asistió Isliada, como sorprendente invitada. De ahí que pueda informar sobre el clima de cordialidad y respeto mutuo que reinó en esta reunión; y de la evaluación de posibilidades de intercambio y de negocios entre ambos países.

Con la mira en un flujo futuro de libros y cultura entre las dos naciones, atascado hasta el presente por el prolongado diferendo entre Cuba y EE.UU, se desenvolvió un diálogo que culminaría con la firma de un promisorio memorandum of understanding o carta de intención entre las partes.

Por razón de este documento, donde “conscientes de que los públicos lectores tienen derecho a disfrutar de las obras literarias, artísticas y los productos del conocimiento de los dos países”, porque estos son “instrumentos básicos para apoyar los procesos de desarrollo humano y las buenas relaciones entre las naciones” y “con el objetivo de impulsar las relaciones de acercamiento y cooperación entre Cuba y EE.UU. en el campo editorial”, los participantes sellaron acuerdos dirigidos a garantizar la presencia de libros cubanos en la BEA (Book Expo America), a realizarse en Chicago en mayo próximo, así como la consolidación de las exposiciones de libros norteamericanos en las venideras Ferias cubanas del Libro.

De mayúscula impronta acerca de las buenas intenciones de los visitantes, quedó la promesa de elevar una petición en nombre del ámbito editorial estadounidense para aliviar las impedimentas legales “al menos para la posibilidad del intercambio de libros y productos culturales

Concurrente azar, que diría Lezama, pero justo cerrándose este evento insólito, y mientras la fiesta del libro se aprestaba a dejar la capital para abarcar toda la Isla en su periplo quijotesco, comienza a resonar en medios del mundo entero el bando que trae la nueva del viaje a Cuba del presidente Obama en el venidero mes de marzo.

NOTAS

  1. 1 Alude al fenómeno meteorológico científicamente llamado ENOS.
  2. 2 Célebre insurgencia campesina en los tiempos de la Cuba republicana.
  3. 3 CUC, unidad convertible cubana, equivalente a 25 pesos de la moneda nacional.

Rafael Grillo. (La Habana, 1970). Escritor y periodista.

Rafael Grillo (La Habana, 1970): Escritor y periodista. Jefe de Redacción de la revista El Caimán Barbudo y fundador de la web literaria Isliada. Licenciado en Psicología y Diplomado en Periodismo. Imparte cursos de técnicas narrativas en la Universidad de La Habana y otras instituciones. Ha publicado las novelas Historias del Abecedario y Asesinos ilustrados (Premio Luis Rogelio Nogueras 2009), los libros de ensayo Ecos en el laberinto y La revancha de Sísifo y el volumen de crónicas Las armas y el oficio (Premio Fundación de la Ciudad de Santa Clara 2008). Incluido en numerosas antologías; las más recientes: El silencio de los cristales. Cuentos sobre la emigración cubana; Tres toques mágicos. Antología de la minificción cubana y Island in the Ligth / Isla en la luz (bilingüe, publicado por The Jorge Pérez Foundation, Miami). Como antologador participó en L@s nuev@s caníbales. Antología del microcuento del Caribe Hispano (2015) y es el responsable de la “Trilogía de las Islas” conformada por Isla en negro. Historias de crimen y enigma (2014); Isla en rojo. Historias cubanas de vampiros y otras criaturas letales (2016); Isla en rosa. Historias cubanas del amor y sus desdichas (2016). En 2018 recibió con Isla en rojo el Premio del Lector, que se entrega a los libros más leídos del año. En 2020 participó en la novela colectiva Mirar, sufrir, gozar… La Habana y vio la luz su volumen de relatos Revolicuento.com.