Vladimir Sorokin

De Haemmerli - Trabajo propio, CC BY-SA 4.0, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=119358707

Vladimir Sorokin. Nacido el 7 de agosto de 1955 en Bykovo, cerca de Moscú, es uno de los escritores más provocadores y singulares de la literatura rusa contemporánea. Este novelista y dramaturgo posmoderno ha traspasado las fronteras de su país y cautivado al público global, no solo por su habilidad narrativa, sino por su aguda crítica a los sistemas de poder y a las normas culturales de su tiempo. Residente entre Moscú y Berlín, Sorokin es una voz controvertida que explora, desafía y destruye los límites de la realidad y la ficción.

Sorokin comenzó su carrera literaria en los años 70, durante una era de férreo control ideológico en la Unión Soviética. Tras publicar un primer relato en Za Kadry Neftiánikov, se graduó como ingeniero en el Instituto Gubkin de Moscú, aunque rápidamente se adentró en el mundo del arte y la literatura underground. Sus primeros pasos fueron como ilustrador y escritor clandestino, participando en el circuito artístico no oficial de Moscú, donde se refugió de la ortodoxia soviética. En 1985, Sorokin llamó la atención con la publicación de seis relatos en la revista A-YA, una publicación de arte ruso contemporáneo que operaba desde París. Su primera novela, Óchered (La cola), se publicó en Francia, a la espera de un futuro permiso oficial en su país natal.

No fue hasta finales de los 80 cuando sus obras empezaron a circular en Rusia, ya en la estela de la perestroika. En 1992, Sbórnik rasskázov (Historias recopiladas) obtuvo una nominación al Premio Booker Ruso, consolidando su presencia en la literatura rusa. En 2001, recibió el Premio Andréi Bely, y en 2013 fue nominado al Premio Booker Internacional, llevando su estilo más allá de las fronteras de su lengua y cultura. Pero la obra de Sorokin no solo ha ganado aplausos y premios; también ha generado fuertes críticas por sus representaciones de tabúes sociales como el canibalismo, la drogadicción y el totalitarismo. Su novela Goluboe salo provocó la ira del movimiento ultraconservador Nashi, que en 2002 organizó una protesta pública y llevó al autor a enfrentar cargos de pornografía en un proceso judicial que atrajo la atención de todo el país.

Los libros de Sorokin oscilan entre géneros, desde thrillers oscuros hasta distopías futuristas, explorando las obsesiones y las traiciones de la sociedad rusa con un estilo único. Su crítica al poder, a los tabúes sociales y a la hipocresía institucional hace de Sorokin una figura ineludible en la literatura posmoderna, un escritor cuya obra incomoda, desconcierta y abre nuevas sendas en la exploración del alma humana y de sus límites morales. Con Sorokin, cada página es un desafío, una provocación y una inmersión en un universo donde la ficción se convierte en un reflejo brutal de la realidad.