Robert E. Howard

Robert Ervin Howard. Nacido el 22 de enero de 1906 en Peaster, Texas, es un pilar indiscutible de la literatura de aventuras históricas y fantásticas. Conocido mundialmente por ser el creador de Conan el Bárbaro, Kull de Atlantis y Solomon Kane, Howard es una figura icónica que, junto con J. R. R. Tolkien, define el género de la fantasía heroica moderna.

La vida de Howard fue una peregrinación constante debido al trabajo de su padre, que llevó a la familia a recorrer el sur, este y oeste de Texas, además del oeste de Oklahoma. En 1919, se asentaron en Cross Plains, donde Howard, a pesar de su temprana enfermedad, desarrolló una fascinación por el boxeo, convirtiéndose en un joven fornido pero solitario. Su carácter introvertido se reflejaba en su pasión por la lectura y la escritura, comenzando a escribir a los quince años y vendiendo su primer relato a los dieciocho.

Su carrera literaria despegó en la revista pulp Weird Tales, que publicó la mayor parte de su obra. Howard se convirtió en el autor principal de la revista en 1934, llevando la portada en numerosas ocasiones. Sus relatos, impregnados de una profunda reflexión sobre la civilización y la barbarie, temas geológicos e históricos, resonaban con una intensidad filosófica que pocos autores logran.

Howard mantuvo una intensa correspondencia con H. P. Lovecraft, con quien compartía no solo una amistad sino también una rica intertextualidad literaria. Este vínculo con el llamado "Círculo de Lovecraft" enriqueció su obra, con personajes que se encontraban con criaturas lovecraftianas, creando un universo compartido que fascinaba a sus lectores.

A pesar de su éxito literario, la vida personal de Howard estuvo marcada por la tragedia. Su relación con su madre, sobreprotectora y enfermiza, se intensificó cuando ella cayó en un coma irreversible debido a la tuberculosis. Devastado, Howard se quitó la vida el 11 de junio de 1936, apenas unas horas antes de la muerte de su madre. Ambos compartieron funeral y descansan juntos en el cementerio de Greenleaf en Brownwood, Texas.

Howard dejó un legado inigualable. Sus personajes, especialmente Conan, continúan viviendo en el imaginario colectivo, inspirando innumerables adaptaciones y nuevas interpretaciones. La fuerza bruta de sus héroes, la vívida descripción de sus mundos y su capacidad para captar la esencia de la lucha humana contra la adversidad aseguran que su influencia perdure. La película "The Whole Wide World", en la que Vincent D'Onofrio encarna a Howard, ofrece un tributo conmovedor a su vida y obra, perpetuando la leyenda de un escritor cuya espada y brujería siguen conquistando corazones.