Ricardo Güiraldes. Nacido el 13 de febrero de 1886 en Buenos Aires, fue un novelista y poeta argentino cuya obra ha dejado una marca indeleble en la literatura hispanoamericana. Criado en una familia aristocrática, Güiraldes absorbió desde temprano el amor por el arte y la cultura. Su padre, Manuel Güiraldes, influyó en su educación artística, mientras que su madre, Dolores Goñi, le legó una profunda conexión con San Antonio de Areco, la cuna de muchas de sus historias.
Desde muy joven, Ricardo mostró aptitudes lingüísticas notables, hablando francés y alemán tras vivir en Europa durante su infancia. Fue en San Antonio de Areco donde se empapó de la vida campestre y los mitos gauchescos, experiencias que más tarde plasmaría en su obra cumbre, Don Segundo Sombra, inspirada en el gaucho Segundo Ramírez. Esta novela, publicada en 1926, es una de las piezas fundamentales de la literatura argentina y refleja su profunda conexión con la tierra y la vida rural.
Güiraldes no tuvo una trayectoria académica destacada y abandonó sus estudios en arquitectura y derecho. Sin embargo, encontró su verdadera vocación en la escritura. En 1910, viajó por Europa y Oriente, donde decidió dedicarse seriamente a la literatura. Su vida social en París, rica y frenética, fue una fuente de inspiración, aunque también lo distrajo de sus proyectos literarios.
A su regreso a Argentina en 1912, se casó con Adelina del Carril y comenzó a publicar sus primeras obras. Su colección Cuentos de muerte y de sangre y la novela Raucho marcaron el inicio de su carrera literaria. Aunque inicialmente no tuvo éxito, perseveró y eventualmente fue reconocido por su estilo único y evocador.
Durante sus viajes a Europa, Güiraldes se relacionó con importantes escritores y se interesó por la teosofía y la filosofía oriental, lo que influyó en su poesía y en su búsqueda espiritual. En Buenos Aires, apoyó a los movimientos vanguardistas y cofundó la revista Proa en 1924 junto a Jorge Luis Borges y otros intelectuales, contribuyendo al desarrollo de la literatura moderna en Argentina.
En 1927, enfermo de cáncer, realizó su último viaje a Francia, donde falleció en París el 8 de octubre. Sus restos fueron trasladados a Buenos Aires y enterrados en San Antonio de Areco, el lugar que inspiró muchas de sus obras. Ricardo Güiraldes es recordado no solo por su magistral Don Segundo Sombra, sino también por su contribución al movimiento de vanguardia y su influencia en la literatura argentina del siglo XX.