Pearl S. Buck. Nacida Pearl Comfort Sydenstricker el 26 de junio de 1892 en Hillsboro, Virginia Occidental, y fallecida el 6 de marzo de 1973 en Danby, Vermont, fue una escritora y novelista estadounidense de renombre internacional. Hija de misioneros presbiterianos, pasó gran parte de su vida en China, donde se inspiró para escribir sus obras más famosas. Su nombre chino, Sai Zhenzhu (賽珍珠), refleja su profunda conexión con el país que influyó decisivamente en su carrera literaria.
Desde muy joven, Pearl S. Buck vivió entre dos mundos: el entorno occidental y cristiano de sus padres y el vibrante y complejo universo chino. Esta dualidad se refleja en su obra más famosa, "La buena tierra", una novela que ganó el Premio Pulitzer en 1932 y que ofrece una visión íntima y respetuosa de la vida rural china. La obra fue un éxito inmediato y consolidó su reputación como una de las grandes narradoras de la literatura mundial.
En 1938, Buck se convirtió en la primera mujer estadounidense en recibir el Premio Nobel de Literatura, un reconocimiento a su obra dedicada a China y sus costumbres. Este galardón subrayó su capacidad para construir puentes entre Oriente y Occidente a través de la literatura. Además de su prolífica carrera literaria, Buck fue una ferviente defensora de los derechos civiles y de las mujeres, y utilizó su voz para promover el entendimiento intercultural.
Tras regresar a los Estados Unidos en 1935, Buck continuó escribiendo y abogando por diversas causas sociales. Fundó la Asociación East and West y la Welcome House, la primera agencia de adopción que aceptaba niños asiáticos y mestizos. Su compromiso con la justicia social y su amor por la humanidad se reflejan en sus más de ochenta y cinco libros, que incluyen novelas, relatos, poesía, biografías y ensayos.
El legado de Pearl S. Buck perdura no solo en su extensa producción literaria, sino también en su incansable lucha por los derechos humanos. Su vida y obra son un testimonio de su profunda empatía y su capacidad para narrar historias que trascienden fronteras culturales y geográficas. Con un estilo sencillo y directo, supo capturar la esencia de la condición humana y ofrecer al mundo una visión comprensiva y compasiva de las culturas que tanto amó y entendió.