Maurice Herzog. Nació en Lyon, Francia, el 15 de enero de 1919, en el seno de una familia acomodada. Desde joven se interesó por el deporte y la aventura, practicando esquí, tenis y escalada. Durante la Segunda Guerra Mundial, se unió a la resistencia francesa contra la ocupación nazi y participó en la campaña de los Alpes como capitán de los cazadores alpinos.
Pero su mayor gesta la logró el 3 de junio de 1950, cuando junto con Louis Lachenal alcanzó la cima del Annapurna, una montaña de 8.091 metros situada en Nepal. Fue la primera vez que se ascendía un pico de más de 8.000 metros, y lo hicieron sin oxígeno artificial y con mapas muy imprecisos. La expedición francesa, liderada por Herzog, había obtenido el permiso del gobierno nepalí para elegir cualquier montaña del país, y optaron por el Annapurna por ser el más accesible y el menos explorado.
La ascensión fue un éxito rotundo, pero también una odisea dramática. Herzog y Lachenal sufrieron graves congelaciones en las manos y los pies durante el descenso, que les obligaron a amputarse varios dedos. Además, tuvieron que soportar tormentas, avalanchas, desprendimientos y enfermedades. El relato de Herzog sobre la expedición se publicó en 1951 con el título de Annapurna, primer ochomil, y se convirtió en un best-seller mundial que inspiró a generaciones de montañeros.
Después de su hazaña en el Himalaya, Herzog se dedicó a la política y la administración pública. Fue secretario de estado de Juventud y Deportes con el presidente Charles de Gaulle entre 1958 y 1966, impulsando la creación de infraestructuras deportivas y culturales en Francia. También fue alcalde de Chamonix entre 1968 y 1977, promoviendo el desarrollo turístico y ecológico de la zona. Además, fue miembro del Comité Olímpico Internacional y recibió numerosas distinciones y condecoraciones por su labor.
Maurice Herzog falleció el 14 de diciembre de 2012 en Neuilly-sur-Seine, a los 93 años de edad. Su figura como héroe nacional se vio empañada por algunas polémicas sobre su liderazgo en la expedición al Annapurna, su relación con sus compañeros y su veracidad en su libro. Sin embargo, nadie puede negar que fue un pionero del alpinismo moderno y un ejemplo de superación personal.
Maurice Herzog fue un hombre que vivió intensamente su pasión por las montañas y que dejó una huella imborrable en la historia del alpinismo. Como él mismo escribió: "hay otros Annapurnas en la vida de los hombres".