Lydia Cabrera. Una destacada figura en la literatura cubana, dejó un legado imborrable como etnóloga, investigadora y narradora. Nacida el 20 de mayo de 1899 en La Habana, esta notable escritora forjó una carrera que exploró las profundidades de la cultura africana en la isla caribeña, enriqueciendo así el patrimonio literario y antropológico de Cuba.
Hija del eminente historiador cubano Raimundo Cabrera, Lydia creció en un entorno propicio para la educación y el entendimiento de las raíces culturales de su país. Su pasión por el folklore afrocubano la llevó a iniciar su camino en la crónica social de la revista "Cuba y América" en 1913, bajo el seudónimo de Nena, marcando así el comienzo de su prolífica carrera.
En 1927, Lydia Cabrera partió hacia París, donde publicó sus "Contes nègres de Cuba" en 1936, basados en relatos que había escuchado directamente de sus fuentes. Estas obras, traducidas al francés por Francis de Miomandre, representaron un aporte invaluable al conocimiento del folclore afrodescendiente y consolidaron su estatus como una recreadora poética.
Sin embargo, su regreso a Cuba marcó un giro significativo en su carrera. Lydia Cabrera, motivada por una profunda curiosidad y un respeto por la cultura afrocubana, se dedicó a un estudio riguroso de la misma. Su obra "El Monte" (1954) y "Refranes de negros viejos" (1955) se convirtieron en referentes esenciales en el análisis de la Santería y el folklore africano en Cuba.
Lydia Cabrera no solo fue una narradora excepcional, sino también una incansable defensora de las creencias y prácticas religiosas presentes en Cuba, trabajando incansablemente para preservar la riqueza de esta cultura. Su legado abarca desde cuentos y refranes hasta profundos estudios antropológicos y lingüísticos.
A pesar de las adversidades políticas, Lydia Cabrera mantuvo su compromiso con la cultura afrocubana. Trabajos suyos fueron publicados en revistas tanto en Cuba como en Francia, y su influencia perdura en la literatura y la antropología. Fue una portavoz incansable de la cultura afrocubana y se convirtió en un faro de conocimiento y comprensión en un mundo en constante cambio.
Lydia Cabrera falleció el 19 de septiembre de 1991, pero su legado perdura como un testimonio valioso de la riqueza cultural de Cuba y la influencia de África en su identidad. Su pasión por el conocimiento y la difusión de las tradiciones afrocubanas la convierten en una figura inmortal en la historia literaria y antropológica de Cuba.