KNUT HAMSUN (1859-1952), seudónimo de Knut Pedersen, es uno de los escritores noruegos más afamados. Su obra, que le valió el premio Nobel de Literatura en 1920, es considerada una de las más influyentes en la novela del siglo XX.
Fue hijo de una antigua familia campesina y su apellido era Pedersen. Llevó una existencia nómada, en cuyo transcurso ejerció las profesiones más diversas: aprendiz de zapatero en Bodö, y luego, siempre en la Noruega septentrional, carbonero, maestro de escuela, picapedrero, obrero de carreteras, empleado comercial, vendedor ambulante y escribiente de un puesto de policía. Intentó además, pero sin éxito, el periodismo.
A Hambre siguieron una trilogía dramática influida por Nietzsche: A las puertas del Reino (1895), El juego de la vida (1896) y Ocaso (1898); la colección de composiciones líricas: El coro salvaje (1904), y novelas, cuentos y varios relatos de viajes y de episodios de la existencia vivida, siempre en relación con el tema desarrollado en Hambre (1890), Pan (1894), Siesta (1897), Victoria (1898), Un país de ensueño (1903), Un vagabundo toca con sordina (1909), Hombres de hoy (1913), Bendición de la tierra (1917), etc. En 1920 fue galardonado con el Premio Nobel.
Aunque en la caracterización psicológica de sus personajes, nuestro autor revela haber aprendido mucho de Dostoievski y Mark Twain, su naturalismo místico presenta posiblemente la expresión más original y elevada de la poesía noruega después de Ibsen. El mejor de sus libros, Pan (1894), aparece invadido por el sentimiento panteísta de la naturaleza; en Los frutos de la tierra, en cambio, se da este, con un carácter religioso, en la figura del aventurero Isak, gigantesco dominador y casi divinidad ctónica, situado sobre el fondo de la fecunda tierra de la cual ha surgido.
En los libros siguientes, Hamsun, ya padre de familia y hacendado, volvió a sus misantrópicos sarcasmos y a sus paradojas falaces, que, sin embargo, dejan vislumbrar siempre una excepcional intuición psicológica, sobre todo al presentar los vicios más detestados por el autor: la presunción y el dogmatismo, como en Mujeres en la fuente (1920) y Último capítulo (1923). En sus últimas novelas, Vagabundos (1928), Augusto (1930), La vida continúa (1934), El círculo se ha cerrado (1937), reaparece el tema principal: la antítesis naturaleza-cultura, que culmina en una especie de mito del nómada, reivindicador de un individualismo anárquico y de un ingenuo idealismo ante los progresos del materialismo en la civilización moderna.
Conservador e incluso arrogantemente antidemocrático y germanófilo en la primera y segunda guerras mundiales, Hamsun fue sometido a proceso al terminar la última, desposeído de sus bienes por sentencia de un tribunal noruego y declarado enfermo mental. En 1949 apareció el diario escrito durante su reclusión: Por senderos donde crece la hierba.