Justo Sierra Méndez. Fue un escritor, historiador, político y educador mexicano que vivió entre 1848 y 1912. Es considerado como uno de los intelectuales más influyentes de su época y como el principal impulsor de la fundación de la Universidad Nacional de México, hoy conocida como Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Sierra nació en la ciudad de Mérida, Yucatán, en el seno de una familia ilustre y acomodada. Su padre, Justo Sierra O'Reilly, fue un destacado escritor y diplomático que participó en la defensa de la soberanía de Yucatán frente a las pretensiones expansionistas de Estados Unidos. Su madre, Concepción Méndez Izquierdo, fue una mujer culta y refinada que le inculcó el amor por la literatura y el arte.
Desde muy joven, Sierra mostró una gran capacidad intelectual y una curiosidad insaciable por el conocimiento. A los 15 años publicó su primer libro, titulado "El joven instruido", que era una colección de ensayos sobre diversos temas de ciencia, historia y filosofía. A los 18 años se trasladó a la ciudad de México para estudiar derecho en el Colegio de San Ildefonso, donde se graduó con honores en 1871.
Sierra se dedicó al periodismo, la docencia y la política. Fue director de varios periódicos liberales, como El Federalista, El Monitor Republicano y El Imparcial. Fue profesor de historia, literatura y filosofía en diversas instituciones educativas, como el Colegio Nacional de San Ildefonso, la Escuela Nacional Preparatoria y la Escuela Nacional de Jurisprudencia. Fue diputado federal en varias ocasiones y ocupó diversos cargos públicos, como subsecretario de Instrucción Pública, ministro plenipotenciario en España y secretario de Instrucción Pública y Bellas Artes.
Como secretario de Instrucción Pública y Bellas Artes, Sierra realizó una profunda reforma educativa que buscaba modernizar y democratizar la enseñanza en México. Entre sus principales logros se encuentran la creación del Museo Nacional de Arqueología, Historia y Etnografía; la fundación del Instituto Bibliográfico Mexicano; la organización del Primer Congreso Científico Mexicano; la promoción de la educación popular y rural; y sobre todo, la fundación de la Universidad Nacional de México en 1910, que fue el sueño de su vida.
Sierra fue también un prolífico escritor que abarcó diversos géneros literarios, como la novela, el cuento, el ensayo, la biografía, el teatro y la poesía. Entre sus obras más destacadas se encuentran "Juárez: su obra y su tiempo" (1905), una biografía del Benemérito de las Américas; "Evolución política del pueblo mexicano" (1900-1902), una historia crítica de México desde la época prehispánica hasta el porfiriato; "La guerra del 47" (1891), una novela histórica sobre la intervención estadounidense en México; "Cuentos románticos" (1886), una colección de relatos breves; "La hija del judío" (1883), una obra teatral; y "Poesías" (1874), un libro de versos.
Sierra murió en Madrid el 13 de septiembre de 1912, a los 64 años de edad. Su cuerpo fue trasladado a México y sepultado en la Rotonda de las Personas Ilustres. Su legado intelectual y educativo es reconocido como uno de los más valiosos e importantes para la cultura mexicana.