Juan Emar. Cuyo nombre real fue Álvaro Yáñez Bianchi, se alza como una figura multifacética en la literatura y el arte chileno del siglo XX. Nacido el 13 de noviembre de 1893 en Santiago de Chile, Emar fue un destacado escritor, crítico de arte y pintor, además de ser una voz destacada en el movimiento vanguardista que marcó las décadas de 1920 y 1930.
Hijo de Eliodoro Yáñez, un influyente senador y empresario chileno, Emar inicialmente se vio presionado para seguir una carrera política de grandes ambiciones. Sin embargo, su verdadera pasión residía en el mundo del arte y la literatura. A lo largo de su vida, alternó entre la despreocupada vida elegante de la aristocracia santiaguina y sus inquietudes artísticas.
Un punto de inflexión en su vida ocurrió cuando, en 1918, se casó con su prima Herminia Yáñez, conocida como "Mina", y emprendieron un viaje a Europa al año siguiente. Este viaje, que los llevó a instalarse en París, resultó fundamental para Emar. Allí, además de trabajar como Primer Secretario en la Delegación chilena (embajada), se inscribió en clases de pintura y dibujo en la Academia de la Grande Chaumiére, ubicada en Montparnasse. Este período en París influyó profundamente en su desarrollo artístico y literario.
Bajo el seudónimo "Jean Emar", Emar se destacó como crítico de arte en el diario La Nación, fundado por su padre. Sus columnas se convirtieron en una plataforma para promover las nuevas tendencias artísticas de la vanguardia europea, desafiando el criollismo y el academicismo que predominaban en Chile en esa época. Colaboró con figuras destacadas como Vicente Huidobro y Julio Ortiz de Zárate, y promovió el trabajo de artistas vanguardistas, como Henriette Petit y Luis Vargas Rosas, así como obras europeas de movimientos como el fauvismo y el cubismo.
Sin embargo, su carrera como crítico de arte se vio interrumpida en 1927 cuando el periódico La Nación fue expropiado por el gobierno de Carlos Ibáñez del Campo. A partir de entonces, Emar se sumió en una vida de viajes entre Chile y Europa y comenzó una nueva relación con Álice la Martiniere, conocida como Pépéche.
En lo literario, las obras de Juan Emar, como las novelas "Ayer," "Un año," y "Miltín 1934," así como la colección de cuentos "Diez," marcan su contribución a la vanguardia literaria chilena. Su obra cumbre, la extensa novela "Umbral," que comenzó en 1942 y continuó hasta su muerte en 1964, consta de cinco tomos y cinco mil páginas mecanografiadas, destacando su dedicación incansable a la escritura.
La versatilidad artística y la contribución de Juan Emar a la vanguardia literaria y artística de Chile perduran como un testimonio de su pasión y compromiso con la expresión creativa. Su legado sigue siendo una fuente de inspiración y reflexión en el panorama literario y artístico contemporáneo.