Jean Lorrain. Seudónimo de Paul Alexandre Martin Duval (1855-1906), figura emblemática del simbolismo francés, fue un escritor audaz y provocativo cuya vida estuvo marcada por la rebeldía y la búsqueda de la belleza en sus formas más extravagantes.
Nacido en Fécamp, Lorrain se adentró tempranamente en el mundo literario, influenciado por Judith Gautier y seducido por los círculos bohemios de París. Su trayectoria estuvo teñida de controversia y excentricidad, desde sus primeros versos hasta sus crónicas ácidas en los periódicos más importantes de la época.
Lorrain desafió las normas sociales y los convencionalismos, abrazando abiertamente su homosexualidad y explorando los rincones más oscuros del vicio y la vulgaridad. Su estilo literario, impregnado de una prosa rica y evocadora, revela una fascinación por el erotismo y una obsesión por la estética que lo distinguen como un dandi de la literatura.
Entre sus obras más destacadas se encuentran "Monsieur de Phocas" (1901), una exploración de los abismos del alma humana, y "Les Lépillier" (1885), una novela que escandalizó a su ciudad natal. Sus relatos cortos y cuentos, recopilados en colecciones como "Sonyeuse" (1891) y "La Mandragore" (1903), ofrecen un vistazo a su imaginario enigmático y sensual.
Jean Lorrain fue también un prolífico dramaturgo, con obras como "Viviane" (1885) y "Clair de lune" (1903), que reflejan su visión única del teatro como un espacio para la exploración de las pasiones humanas más profundas.
Su vida estuvo marcada por encuentros con figuras destacadas de la época, como Sarah Bernhardt y Marcel Proust, con quien sostuvo un duelo a pistola. Sin embargo, su salud frágil y su adicción al éter lo llevaron a una muerte prematura en 1906, dejando tras de sí un legado literario que sigue cautivando a lectores de todo el mundo.