Gregorio de Laferrère. Fue un político y dramaturgo argentino, nacido en Buenos Aires el 8 de marzo de 1867. Hijo de un hacendado francés y una dama argentina, perteneció a una familia acomodada y se educó en el Colegio Nacional Buenos Aires y en Francia. Se inició en el periodismo con el periódico satírico El Fígaro y se dedicó a la actividad política en las filas del autonomismo porteño. Fue intendente de la comuna de Morón, diputado provincial y diputado nacional.
Su vocación teatral surgió por casualidad, cuando escribió una comedia por diversión y se la leyó a un amigo que se la hizo llegar a una compañía teatral. Se trataba de ¡Jettatore!, una obra que se estrenó en 1904 con gran éxito y que se burlaba de la superstición de la mala suerte que se atribuye a ciertas personas llamadas “jettatores” o “yetas”. Esta obra fue la primera y la más famosa de Laferrère, que se convirtió en un clásico del teatro argentino y que ha sido adaptada al cine y a la televisión. Animado por este triunfo, Laferrère siguió escribiendo comedias urbanas de carácter costumbrista, con fino sentido del humor y con timidez al profundizar.
Entre sus obras más destacadas se encuentran Locos de verano (1905), Las de Barranco (1908) y Los invisibles (1911). Sus obras reflejan los triunfos y derrotas, los miedos y vicios de la sociedad ríoplatense de principios del siglo XX, con toda su carga de incertidumbre y esperanza.
Laferrère fue un hombre generoso y culto, que fundó el Conservatorio Lavardén y que apoyó a otros autores y artistas. Es considerado uno de los grandes maestros del teatro argentino y sus obras son clásicos que no pierden vigencia ni humor. Murió de forma súbita el 30 de noviembre de 1913, a los 46 años de edad.