George Eliot. En la encantadora finca de South Farm, Mary Ann Evans, conocida como George Eliot, nació el 22 de noviembre de 1819, en Nuneaton, Warwickshire. Criada entre libros y la majestuosidad del Castillo de Arbury Hall, sus primeras letras declamaban a Shakespeare, Milton y Scott. Su curiosidad omnímoda la llevó a estudiar en escuelas diversas, donde floreció su amor por la literatura.
A los 16 años, el deber filial la llamó cuando su madre falleció, abandonando los estudios para cuidar a su padre. Su mente inquisitiva, sin embargo, no dejó de educarse, y a los 21 años, se sumergió en el agnosticismo. George Eliot, a pesar de las amenazas de su padre, mantuvo sus dudas religiosas y se sumergió en círculos intelectuales, encontrando en Charles Bray y Herbert Spencer compañeros de pensamiento.
Su encuentro con el filósofo y periodista George Henry Lewes marcó un capítulo trascendental. Aunque casado, Lewes y Eliot compartieron una relación íntima durante más de dos décadas. Convertida en escritora y crítica, George Eliot desafió las convenciones publicando bajo un seudónimo masculino para ser tomada en serio.
Sus novelas, desde la impactante "Adam Bede" hasta la magnífica "Middlemarch", cautivaron a lectores con su realismo, penetrantes percepciones psicológicas y detalladas descripciones. Tras la muerte de Lewes, contrajo matrimonio con John W. Cross en 1880.
George Eliot, la creadora de personajes femeninos inolvidables, dejó un legado literario que trasciende el romanticismo, influenciando a escritores como Proust y dejando un impacto duradero en la narrativa victoriana. Su vida, entre letras y amores, es una obra en sí misma, un testimonio de la fuerza creativa de una mente excepcional.