Ethel Lilian Voynich. Nacida como Ethel Lilian Boole en 1864 en Cork, Irlanda, es una enigmática figura que trasciende las fronteras literarias y musicales. Hija del matemático George Boole y la filósofa feminista Mary Everest, su vida se tejió entre la política revolucionaria y las notas musicales.
Criada en Inglaterra tras la muerte de su padre, Ethel floreció en el arte y la resistencia. Su herencia financiera le permitió estudiar música en Berlín y sumergirse en la política revolucionaria en Rusia. A través de la Revolución Naródnik, encontró su voz como novelista y activista, coeditando la revista Rusia Libre.
En 1890, el destino la unió con Wilfrid Michał Habdank-Wojnicz, un revolucionario convertido en comerciante de libros antiguos. Su amor perduró hasta el matrimonio en 1902. Ethel, ya conocida por su activismo, cautivó al mundo con su primera novela, "El Tábano", una epopeya revolucionaria que se convirtió en un fenómeno internacional, especialmente en la Unión Soviética.
El exilio llevó a Ethel y Wilfrid a Nueva York en 1920, donde su enfoque se desplazó hacia la música. Desde composiciones propias hasta la edición de cartas de Chopin, su legado musical se entrelaza con su pasión literaria. A pesar de novelas como "Jack Raymond" y "Oliva Latham", ninguna igualó la resonancia de "El Tábano".
Ethel Lilian Voynich, cuyo amor por la música y la palabra desafió las barreras del tiempo, dejó un legado que se proyecta en asteroides y partituras, recordándonos que su arte, como ella misma, es eterno.