Ellen Wood

Ellen Wood. Nacida Ellen Price en Worcester el 17 de enero de 1814, fue una escritora inglesa cuya prolífica pluma iluminó el panorama literario victoriano bajo el seudónimo de Mrs. Henry Wood. Su obra más célebre, East Lynne, encierra el magnetismo de las tragedias humanas y el drama moral, cautivando a generaciones de lectores con su intriga emocional. A lo largo de su vida, Wood escribió más de treinta novelas, muchas de las cuales se incrustaron en la memoria popular, aunque su estilo carecía de un sello distintivo que las separara de otras narrativas contemporáneas.

Hija mayor de Thomas Price, un destacado fabricante de guantes, y Elizabeth Evans, Ellen creció en el corazón de una Worcester marcada por historias de fantasmas y paisajes cargados de misterio. Esa infancia, entre relatos susurrados por los criados y una familia de tradiciones arraigadas, alimentó su inclinación por los detalles locales que más tarde impregnarían sus novelas como The Channings o Mrs. Halliburton's Troubles. Pero su niñez también estuvo teñida por el infortunio. Una enfermedad de la columna vertebral la confinó a una silla de ruedas durante varios años, limitando su movilidad para siempre. Esta fragilidad física, sin embargo, no hizo sino fortalecer su intelecto, dotándola de una memoria prodigiosa que ejercitó con voracidad histórica y familiar.

En 1836, Ellen se casó con Henry Wood, un hombre de negocios cuya profesión los llevó a vivir en el extranjero durante dos décadas. Fue en ese exilio europeo donde sus experiencias y observaciones comenzaron a nutrir las semillas literarias que germinarían más tarde. Al retornar a Inglaterra en 1856, la pareja enfrentó dificultades económicas derivadas de inversiones desafortunadas. Entonces, Ellen, en un acto de determinación y resiliencia, tomó la pluma como medio de sustento, iniciando una carrera que no solo mantendría a su familia, sino que la consagraría como una autora icónica de su tiempo.

Su viudez en 1866 marcó un nuevo capítulo. Desde su hogar en Saint John’s Wood Park, Ellen asumió la dirección de The Argosy, una revista literaria que, bajo su liderazgo, se convirtió en un escaparate de su talento y el de otros escritores. La ayuda de su hijo Charles, quien también sería su biógrafo, resultó crucial en este periodo de arduo trabajo creativo. Fue aquí, en su silla reclinable, que Ellen dio vida a personajes y tramas que hablaban de la moral, el deber y las vicisitudes humanas.

A pesar de sus éxitos, la salud de Ellen fue una sombra constante. Sufría recurrentemente de bronquitis, y finalmente, el 10 de febrero de 1887, falleció debido a insuficiencia cardíaca. Su tumba en el cementerio de Highgate, adornada con un monumento inspirado en la de Escipión el Africano, es un testimonio de su legado, tanto en la literatura como en la memoria colectiva. Su vida, marcada por la disciplina, el conservadurismo y una fe inquebrantable, resuena en cada página que dejó escrita.

Mrs. Henry Wood fue, en esencia, una narradora de su tiempo. Aunque su estilo no deslumbró por su innovación, sus historias permanecen como un espejo de los valores victorianos, un registro de las luchas internas y externas de una sociedad en transición. En sus relatos, el drama humano encontró su cauce, y a través de su obra, Ellen Wood se aseguró un lugar entre los nombres inolvidables de la literatura inglesa.