Charlotte Perkins Gilman. (1860-1935) fue una destacada intelectual estadounidense y defensora de los derechos civiles de las mujeres a finales del siglo XIX y principios del XX. Nacida en Hartford, Connecticut, en una familia con conexiones influyentes, Gilman se vio influenciada por su padre, Frederick Beecher Perkins, bibliotecario y miembro de la prominente Familia Beecher, que incluía figuras destacadas como Isabella Beecher Hooker y Harriet Beecher Stowe.
Desde una edad temprana, Gilman mostró una inclinación hacia la creatividad y la independencia intelectual. Se graduó en la Escuela de Diseño de Rhode Island en 1883, financiando su educación mediante la enseñanza y la venta de sus obras de arte. Durante esta época, experimentó con proyectos emprendedores y demostró un espíritu emprendedor al nombrar su empresa como "Perkins & Co. Designers".
Sin embargo, su vida tomó un giro significativo cuando, en 1884, se casó con Charles Walter Stetson y dio a luz a su hija Katharine. Esta experiencia la sumió en una profunda depresión postparto, lo que la llevó a buscar la ayuda del influyente neurólogo Dr. Silas Weir Mitchell. El tratamiento prescrito, que enfatizaba el descanso absoluto y la restricción de actividades intelectuales, exacerbó su depresión.
Tras su separación de Stetson, Gilman se trasladó a California con su hija y se sumergió en actividades creativas y activismo feminista. Comenzó a impartir conferencias sobre nacionalismo y publicó su influyente libro "Women and Economics" en 1898, que cuestionaba el papel tradicional de las mujeres en la sociedad. También se destacó como editora y escritora de la revista "The Forerunner" de 1909 a 1916, donde promovió sus ideas feministas.
A lo largo de su vida, Gilman se casó dos veces más, primero con George Houghton Gilman y luego con Houghton Gilman, y mantuvo relaciones familiares poco convencionales para su época. Su legado literario incluye obras como "El papel pintado amarillo" (1892), inspirada en su propia experiencia de depresión postparto, y "The Home: Its Work and Influence" (1903), que abordó las restricciones impuestas a las mujeres en el hogar.
Trágicamente, Gilman fue diagnosticada con cáncer de pecho incurable después de la muerte de su tercer esposo. Abogando por la eutanasia, decidió poner fin a su vida con una sobredosis de cloroformo en 1935. Su legado perdura como una figura influyente en la lucha por los derechos de las mujeres y una autora que desafió las normas sociales de su época con su aguda crítica y sus obras literarias impactantes.