Carlos Martínez Moreno. Nacido en Colonia del Sacramento el 1 de septiembre de 1917, es una figura imprescindible de la literatura y el pensamiento uruguayo del siglo XX. Narrador, periodista y abogado, tejió una obra que combina la profundidad del análisis social con la sensibilidad de un literato comprometido. Su vida estuvo marcada por el exilio, el activismo político y una constante búsqueda de justicia a través de las palabras y el derecho.
La infancia de Martínez Moreno transcurrió entre Colonia, Melo y Montevideo, ciudades que forjaron su visión diversa y crítica del Uruguay. A los 19 años inició estudios en la Facultad de Derecho de la Universidad de la República, donde se graduó en 1948. Aunque su carrera como defensor penalista lo convirtió en un abogado notable, la literatura fue siempre su refugio y su herramienta para retratar la complejidad de la realidad uruguaya y latinoamericana. Desde los 20 años colaboró como crítico teatral en medios como El País y Marcha, mientras que sus primeros cuentos, firmados bajo el seudónimo de Alejandro Tour, comenzaron a aparecer en revistas estudiantiles.
El cuento La otra mitad, con el que ganó un concurso literario en 1944, marcó el inicio de un recorrido literario que alcanzaría reconocimiento internacional. En 1960, su colección de cuentos Los días por vivir consolidó su voz como narrador, con relatos que exploran los dilemas éticos, políticos y humanos de su tiempo. Ese mismo año, su cuento Los aborígenes obtuvo el segundo premio en un prestigioso certamen de Life en español, avalado por figuras como Octavio Paz y Arturo Uslar Pietri.
Su compromiso político lo llevó a participar activamente en movimientos como la Unión Popular y el Frente Amplio, desde donde denunció la injusticia y defendió los derechos de los más vulnerables. En 1972, sus críticas institucionales publicadas en Marcha le valieron represalias violentas, incluido un atentado contra su domicilio. Este contexto represivo lo obligó a exiliarse en Barcelona en 1977 y posteriormente en México, donde se convirtió en un puente entre las letras latinoamericanas y las luchas por la democracia.
Durante su exilio, Carlos Martínez Moreno continuó escribiendo y traduciendo, sin dejar nunca de pensar en su Uruguay natal. Su obra más emblemática, El paredón, finalista del Concurso Biblioteca Breve de Seix Barral, refleja el pulso de una época convulsa y reafirma su lugar como un narrador indispensable para entender la historia reciente del continente. Falleció en Ciudad de México el 21 de febrero de 1986, mientras planeaba su retorno al Uruguay, dejando un legado que sigue iluminando los caminos de la literatura y el compromiso social.