
De Otis Historical Archives Natural Museum of Health & Medicine - originally posted to Flickr as pare, CC BY 2.0, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=5828759
Ambroise Paré. El padre de la cirugía moderna, nació en 1510 en el seno de una familia humilde cerca de Laval, Francia. Sin acceso a una educación formal, Paré se formó como cirujano-barbero, una profesión considerada inferior en la jerarquía médica de la época. A pesar de estas limitaciones, su ingenio y dedicación lo llevaron a revolucionar la medicina del siglo XVI, utilizando el francés en lugar del latín para escribir sus tratados, lo que permitió una difusión más amplia de sus ideas.
Su carrera comenzó en el Hôtel-Dieu de París, un hospital donde las condiciones eran precarias y la mortalidad, alarmante. Allí, Paré aprendió de primera mano los desafíos de la cirugía en un entorno donde la higiene era casi inexistente y las operaciones se realizaban en pasillos abarrotados. Esta experiencia lo preparó para su siguiente gran desafío: servir como cirujano militar en las campañas de Italia. Fue en el campo de batalla donde Paré hizo sus primeros descubrimientos revolucionarios, como su famoso ungüento para heridas de pólvora, compuesto de yema de huevo, aceite de rosas y trementina, que reemplazó los dolorosos tratamientos con aceite hirviendo.
Uno de sus mayores aportes fue la ligadura de arterias durante las amputaciones, una técnica que evitaba el uso del cauterio con hierro al rojo vivo, reduciendo el dolor y mejorando la recuperación de los pacientes. Este avance no solo salvó innumerables vidas, sino que también elevó el estatus de la cirugía como disciplina médica. Sus tratados, como Méthode de traiter les plaies faites par les arquebuts, se convirtieron en referentes indispensables para los cirujanos de su tiempo.
Paré también dejó su huella en la obstetricia, desarrollando técnicas para manejar partos complicados, como la versión interna para fetos en posición de nalgas. Además, diseñó prótesis para amputados y mejoró los métodos para extraer proyectiles y drenar abscesos. Su habilidad y humanismo lo llevaron a convertirse en médico de cuatro reyes franceses, aunque su falta de formación académica lo enfrentó a la envidia y el escepticismo de sus colegas.
A pesar de las adversidades, Paré fue reconocido en vida como un pionero. En 1584, la Universidad de París le otorgó el título de doctor en Medicina, un honor inusual para alguien sin estudios formales. Murió en 1590, dejando un legado que transformó la cirugía y sentó las bases de la medicina moderna. Sus obras, traducidas a varios idiomas, siguieron influyendo en generaciones de médicos mucho después de su muerte. Ambroise Paré no solo fue un cirujano excepcional, sino también un humanista que vio en cada paciente, sin importar su origen o fe, una vida digna de ser salvada.