Adrian Conan Doyle

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Adrian Malcolm Conan Doyle (19 de noviembre de 1910 - 3 de junio de 1970) fue el hijo menor de Sir Arthur Conan Doyle y su segunda esposa, Jean, Lady Conan Doyle. Creció en la sombra del legado monumental de su padre, un hombre cuya pluma dio vida a Sherlock Holmes, pero Adrian se empeñó en labrar su propio camino, un sendero tan diverso como fascinante. Desde una juventud marcada por la velocidad y la adrenalina como piloto de carreras, hasta la caza mayor y las exploraciones en tierras lejanas, Adrian se forjó una reputación como un aventurero de espíritu indomable.

Adrian Conan Doyle no fue solo un hombre de acción; también fue un escritor y protector del legado literario de su padre. Tras la muerte de su madre en 1940, asumió el papel de albacea literario de Sir Arthur, lo que lo llevó a fundar en 1965 la Fundación Sir Arthur Conan Doyle en Suiza, un intento por preservar la herencia literaria que su padre había dejado al mundo. Sin embargo, Adrian no se limitó a ser un guardián pasivo de esta herencia; quiso también contribuir activamente a ella.

Fue así como Adrian, con la asistencia de John Dickson Carr, se dedicó a completar historias de Sherlock Holmes que su padre había dejado sin escribir, basándose en referencias esparcidas en las obras originales. Este esfuerzo culminó en la publicación de "The Exploits of Sherlock Holmes" en 1954, una colección que ha sido reeditada y que mantiene viva la chispa del detective más famoso del mundo. Sin embargo, la ambición de Adrian también lo llevó a terrenos controvertidos. En 1942, afirmó haber encontrado un manuscrito inédito de Sherlock Holmes, pero la autenticidad del documento fue cuestionada, y más tarde se descubrió que era obra de otro autor, Arthur Whitaker, lo que desató una tormenta en el mundo literario.

Adrian, en su defensa del legado de su padre, también se vio envuelto en disputas con otros biógrafos. La publicación de una biografía autorizada por Hesketh Pearson en 1943, que describía a Sir Arthur como un "hombre común", ofendió profundamente a Adrian, quien respondió con vehemencia. Escribió "The True Conan Doyle" en 1945 para corregir lo que consideraba una representación errónea de su padre y llegó a amenazar con acciones legales para proteger la imagen del creador de Sherlock Holmes.

La vida de Adrian Conan Doyle fue una mezcla de pasión, aventura y defensa incansable de un legado. Aunque su nombre nunca alcanzó la fama universal de su padre, su dedicación a mantener viva la memoria de Sir Arthur Conan Doyle es innegable. Adrian vivió y murió bajo la larga sombra de su progenitor, pero lo hizo con un estilo propio, combinando la emoción de la aventura con la seriedad de la custodia literaria. Su legado, aunque complejo y a veces controvertido, es una parte esencial de la historia que rodea a Sherlock Holmes y al hombre que lo creó.