Según recientes documentos hallados por el investigador Javier Escudero en el Archivo Histórico Provincial de Toledo, Alonso Quijano no sólo existió sino que fue coetáneo de Miguel de Cervantes y hacia 1584, vivió en El Toboso (Toledo), según reporte de Efe.
Este Alonso Quijano, aparece en un documento notarial del 17 de junio de 1584, pues realizó una permuta de terrenos en el camino de El Toboso a Mota del Cuervo (Cuenca) teniendo como testigo a Francisco de Acuña, un hidalgo cuyas andanzas, desveló Escudero hace unos meses y pudo ser la persona en quien se inspiró Cervantes para crear el famoso personaje de don Quijote.
“Creo que la mayor parte de los personajes de la historia nuclear del ‘Quijote’ son reales, existían, eran coetáneos de Cervantes”, asegura Escudero. De hecho, Alonso Quijano, quien prestaría su nombre a don Quijote, y Francisco de Acuña, que sería el modelo, se conocían, como lo prueba el documento encontrado.
Aunque no ha sido mucho más lo que se ha descubierto acerca del verdadero Alonso Quijano; pues no se ha hallado rastro de hermanos, hijos, matrimonio, nacimiento o muerte, “vemos que fue un hombre lo suficientemente curioso como para que Cervantes se fijara en él”, resalta el investigador.
Escudero, que el año pasado reveló el lugar en el que se encontraba el mesón donde se armó caballero don Quijote de la Mancha y varios documentos que dan fé de en quiénes se basó Cervantes para crear la historia del “Quijote”, está convencido de que el escritor se nutrió de un entorno manchego real, con hidalgos venidos a menos para dar alma a su novela.
Otro personaje sorprendente, también real, ha sido encontrado en este paciente trabajo de archivo: Cide Hamete Benengeli, el autor arábigo al que Cervantes atribuye la historia del “Quijote”, en el capítulo IX; aparece el 19 de mayo de 1585 en el archivo parroquial de El Toboso bajo el nombre de Miguel Berenguel, bautizando a su hijo con el alcalde del pueblo como padrino.
Sobre este otro personaje, el historiador afirma que su apellido es “extrañísimo” en La Mancha, lo que, para él, corrobora que Cervantes “está reflejando a los principales peones de esta sociedad rural”.
Escudero, historiador madrileño vinculado laboralmente a Socuéllamos, delimita el ámbito temporal de los personajes centrales del “Quijote” entre los años 1581 y 1585 en la zona de Miguel Esteban, El Toboso y Quintanar y admite que algunos de sus descubrimientos serán muy acertados y otros simplemente interesantes, pero lo que realmente le sorprende es el hecho de que hasta ahora no se realizara una búsqueda de archivo, sino que las investigaciones estuvieran centradas, todo este tiempo, en encontrar el “lugar de La Mancha”.