TUITS NARRATIVOS
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Aprendió el idioma y se vestía como ellos. Vivió feliz, pues nadie se percató que su tercer ojo siempre estuvo cerrado.
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El rey ordenó la rendición, pero el general del ejército desobedeció. Por supuesto, la Historia dice que fue una estrategia del rey para vencer, pese a que después de la guerra decretó la horca para su general.
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Dispuesto a volar, el aspirante a vampiro fue al dentista: le puso dos colmillos. Se colocó unas alas metálicas. Ustedes conocen el final.
EL PARAÍSO NUEVO
Mientras astronautas, analistas y demás científicos se ocupaban de su trabajo, el agricultor de manzanas, A. y su esposa E., abordaron una nave que les salvó de la explosión terrestre.
Cuando despertaron, un paisaje desértico los rodeaba: estaban en la luna. A. previendo el hambre en el futuro, metió la mano en el bolsillo y sembró una semilla. Esta vez, intentarán burlar a la serpiente.
CERO A LA IZQUIERDA
Finalmente, en la última clase de sus estudios profesionales, Cero tomó una decisión. Había sido maltratado por sentarse siempre a la derecha de sus nueve compañeros. «No vales nada», le gritaban, burlándose de él. Esa mañana, decidido, Cero entró al aula. Se detuvo y ligeramente se dirigió a la izquierda. Las burlas cotidianas fueron paralizadas. Sentarse a la derecha de Cero sería un lujo.
LA PULGA
Hace una hora, una pulga está en la mesa observando a todos almorzar. El padre empezó a insultar a la madre y ella le respondía: el caos familiar se produjo. Al fin del almuerzo, la pulga se puso a llorar y luego saltó de la mesa al abismo. Intentó suicidarse.
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Se sintió más humano que nunca y abandonó su casa. Piedra a piedra fue levantando los escombros. Otras personas se acercaron y juntos levantaron más piedras, cada vez más grandes. Encontraron una mano débil, golpeada, casi sangrienta. “Te salvaremos”, le prometieron. Y, solo alcanzó a moverse lentamente su dedo meñique.
MUÑECA
Acto único
El Niño no puede dormir. Camina por toda la casa y finalmente decide entrar a la habitación de su madre. Solo encuentra la vetusta Muñeca de su madre.
Niño: (mirando tristemente a la Muñeca) ¿Extrañas a mamá?
Muñeca: (gira lentamente su cabeza a ambos y concentra su mirada en ojos del Niño)
Niño: Yo no.
Ambos, fuertemente, se abrazan. El Niño se siente feliz. La Muñeca sonríe.
HOTELERO Y HUÉSPED
-¿La 201?
-Sí, esa misma, por favor.
-Bueno. Por lo menos no estará solo.
SABIDURÍA DEL ESCLAVO
Esta vez, el esclavo, dudó: no entregaría la carta.