Los restos del poeta chileno Pablo Neruda volverán el próximo 26 de abril a su casa de Isla Negra, en el litoral central de Chile, a la tumba que históricamente guardó su cuerpo junto al de su tercera y última esposa, Matilde Urrutia, informó, en el día de ayer su fundación.
A raíz de una denuncia interpuesta por el Partido Comunista chileno, basada en las declaraciones de un antiguo chófer del escritor, Manuel Araya, quien sostenía que Neruda había sido envenenado; el cuerpo del poeta, fue exhumado el 8 de abril de 2013, pero las pruebas descartaron, en primera instancia, la intervención de terceros en su muerte.
A pesar de estas primeras conclusiones, Mario Carroza, el juez especial a cargo de la investigación, mantuvo la causa abierta y ordenó nuevos exámenes, al considerar que los resultados no eran concluyentes.
A partir de ese momento, un laboratorio canadiense y otro danés, iniciaron una serie de peritajes, tras la difusión de un informe publicado por el diario español El País, afirmando que es “altamente probable” que el Noble chileno hubiera sido asesinado.
Familiares del poeta, fallecido en una clínica de Santiago de Chile, el 23 de septiembre de 1973, pocos días después del golpe militar liderado por Augusto Pinochet para derrocar el gobierno de Salvador Allende, han afirmado que se le inyectó, durante su ingreso en la clínica, la bacteria “estafilococo dorado”, uno de los químicos que se ocupó en la dictadura militar de Pinochet (1973-1990) para eliminar opositores y que es un microorganismo altamente agresivo y resistente a la penicilina, lo cual aceleró su muerte.
Sin embargo, a día de hoy, aún no existe claridad total acerca de las causas de la muerte de Neruda y sus restos serán devueltos a Isla Negra, donde tendrá lugar una ceremonia y un homenaje a cargo de la Fundación Pablo Neruda, con la participación de una orquesta juvenil y la lectura de su poemario.