El adolescente y el nigromante
Dos personajes se sujetan al picaporte de una historia detenida en las dragas del tiempo. Sobrevivientes en una isla donde la hecatombe económica ha dejado las más verosímiles imágenes que, a destiempo, parecerían sacadas de la misma Biblia. Un adolescente se esconde de la multitud de zombis nacionalistas que enarbolan una bandera e ideología; los enajenados por el hambre en la convicción de la inercia política. El adolescente se esconde, temeroso, como es claro, por la turba de consignadores en un derruido recinto que recuerda una extinguida Unión Soviética.
El mar por el fondo es el punto de vista de un joven, que bien representa una generación que indaga su presente y colinda con la de su vecino, el Nigromante, a quien visita e indaga sobre la historia nacional y la universal. Rodeado de anaqueles: novelas, biografías, poemas y ensayos sobre la especie humana, el Nigromante muestra su decepción y reflexiona en el tiempo a través de las agujas detenidas del reloj de la iglesia que se encuentra en el centro del pueblo de Nuevitas. Alimenta de cultura al adolescente; y alimenta sus recuerdos y pasiones sin hallar salida hacia un futuro añorado.
El mar por el fondo es una novela del autor Victor Hugo Pérez Gallo, quien evade los realismos convencionales a través de fórmulas de lo Real Maravilloso, que remiten a Carpentier y respiran en el mismo patio de Reinaldo Arenas, pero desde otros horarios y calendarios. Para quién lo surrealista está muerto, El mar por el fondo sabe que no tiene otra manera de contar el destino de una nación que no sea a través del absurdo y la fantasía. Contar los desvaríos de una isla olvidada y auto-olvidada por el tiempo y el espacio, obstinada en ideologías importadas y sujetas a un pasado épico.
Basta mirar cómo emerge la figura de Antonio Maceo (Titán de Bronce), mulato icónico de la guerra de independencia contra España, quien dijo estar de acuerdo con los españoles solo si el campo de batalla es contra los soldados norteamericanos. Maceo aparece en la historia clandestina a través de la admiración de un comunista disidente, Lev Trovsky en una de las aristas de su habitación. También, Pancho Villa (Centauro del Norte) tenía un retrato del mulato cubano. Por tanto, esa historia de hace un siglo no pasó de soslayo a la geografía mundial, fue conocida y admirada, y esto puede que aderece la inquietud de sus personajes: adolescente y Nigromante.
El mar por el fondo sabe que no hay cauces lógicos para mostrar el derrotero de un pueblo, Nuevitas, que no es más que la senda por la que una nación se ha decidido a través de sus gobernantes de turno.
Las vicisitudes de ambos personajes, que bien podrían ser el presente y el pasado, anidan en el hambre constante, en la amplificación de estómagos ansiosos e ingeniosos que lindan con el canibalismo.
El joven y el adulto viven rodeados de hambre y por la miseria de convicciones y sin hallar salida, sin encontrar más esperanza que la resignación; y es la literatura, quizás el paleador de estos males, o más bien, el único sustento que, a la larga, los deja en el mismo sitio, rodeados de libros y más libros, y zombis hambrientos y consignas por cada rincón del pueblo Nuevitas, pero alimentados de los instantes que la isla y el universo han vivido. Pero el universo sigue su curso y ellos siguen detenidos en el reposo de las agujas del reloj de la iglesia.
Miran la historia universal, la cuestionan como igual a la nacional, pero saben bien la respuesta y no queda más que la resignación ante la pregunta: ¿quién es el culpable? El mar por el fondo sabe, quizás, que la culpa vive en la sal de los océanos humanos.
La Habana, Noviembre y 2020.
Fred Danilo Baltodano Alemán. Nicaragua, 1978. Narrador, poeta e Investigador
Asociado a la Biblioteca Nacional “José Martí”. Ha sido Premio Mesoamericano de Poesía “Luis Cardoza y Aragón” por su obra “Centroamérica es Jerusalén”. Egresado del X Curso de Técnicas narrativas del Centro de Formación Literaria Onelio Jorge Cardoso. Obtuvo el Premio Municipal en Encuentros Debate Taller Literario, cuento (2007), Premio Provincial en Encuentro Debate Taller Literario, cuento (2008) y Mención en el concurso César Galeano que convoca el Centro de Formación Literaria Onelio Jorge Cardoso. Aparece publicado en Los que cuentan (recopilación de 50 años de narrativa nicaragüense), Leteo Ediciones.