Ciencia Ficción

Diferente

Sistema Solar, 2 de agosto del 6578, Centenario de la Violación Utópica de La Tierra

Plutón anuncia que desea abandonar el Sistema Solar y comienza el gran conflicto. Marte, seguidor del lema “El fin justifica los medios”, se preocupa. Sabe que Plutón se marcha para evitar más contradicciones con la CDPQSDDC (Comunidad Desintegradora de los Planetas que Saben que Dos más Dos es Cuatro). No puede permitir que pida la liberación por voluntad propia. ¿Cómo explicar que el planeta con más méritos en los últimos milenios quiera abandonar el Sistema? ¡No! Él es Marte, el conquistador, es hora de demostrar que su Licenciatura en Prepotencia Espacial no fue obtenida con sobornos. Piensa, piensa y piensa. El tiempo amenaza con destruir su Despotismo Ilustrado Cósmico. La solución debe ser original, efectiva, y que evada el Celestial H20 (Aparato Atrapa Déspotas Creado por Dios).

—Expulsión Definitiva por Indisciplina Espontánea Difícil de Remediar —aconseja Aquiles. Su Sistema Nervioso Hijo de Puta Central y él, ignorando la teoría del ojo por ojo, aprueban hacer realidad la sugerencia y, al otro día, el Destacamento Maleducado Espacial, sin llamar antes por teléfono, arresta a Plutón y lo llevan ante el Consejo Galáctico que Casi Nunca se Equivoca.

El acusado no se amedrenta, simplemente mira el rostro de sus verdugos y, con la calma que lo caracteriza, dice:

—Me dirijo a ustedes para comunicarles mi desacuerdo con las causas dadas para mi expulsión del Sistema Solar, aclarando que no deseo volver a dicho lugar porque yo mismo solicité mi separación hace siglos (siempre aplico las Reglas de Oro de la Prosperidad: lo que te asusta, molesta, duele o no lo tienes por seguro… ¡no sirve!). Reclamo contra la causa de Expulsión Definitiva por Indisciplina Espontánea Difícil de Remediar que me ha sido imputada. Marte, el conquistador, un jefe casi jefe con amplias posibilidades de gobernar la galaxia en los próximos trescientos millones de años, ha actuado mal conmigo, violando procedimientos como:

“En los trillones de años que llevo conviviendo en el Sistema nunca me otorgó la Ciudadanía Solar, alegando que yo no era idóneo, cuando se le ha dado a otros que llevan menos tiempo que yo y no tiene ni el uno coma cinco por ciento de ser tan útiles como quien les habla.

“Nunca me negué, porque era voluntariamente obligado, a realizar tareas que no están en el contenido de trabajo de un planeta, como son: cazar cometas autosuficientes sin cola, enamorar a estrellas fugaces promiscuas y extraviar a cosmonautas primerizos.

“Además, debo precisar que las ausencias temporales que tuve fueron justificadas del modo siguiente:

1. Dos días en el mes de febrero para participar en la Feria Tridimensional del Libro de Saturno del Este, en donde presenté mi obra En la Vía Láctea tampoco hay leche.

2. Cuatro días cada tres semanas en el Taller Homo Sideral Tauro In Memoriam, para el cual me gané una beca. Sin embargo, aunque la superación es un derecho de todos, Marte siempre criticó mi decisión.

“El viernes diecisiete, fecha del Festival del Cambio Astral, yo llegué a las tres de la tarde. El día anterior Marte había ordenado sutilmente, sin dejar de apuntar con su Fusil Convence Planetas, que debíamos llegar al Coliseo Donde Todo es Posible, lugar donde se efectuaría el festival a las nueve de la mañana del viernes. Yo terminé de trabajar a las cinco de la madrugada, soy sacrificado y no he hallado la forma de ganar mucho trabajando poco.

“Cuando llegué al otro día, tarde-súper-tarde, Júpiter, el amante de Marte, quien da las órdenes cuando el planeta rojo se divierte en el Club Hueco Negro, me maltrató de palabra. Yo había hablado antes con La Luna, Secretaria Adjunta Cósmica, porque descubrió que el Sol construyó su constelación de tres pisos con el dinero obtenido por el tráfico de rayos ultravioletas. Ella me dijo que no me fuera, que hablara con Marte, pero al llegar el sábado me encuentro que no puedo entrar al Sistema porque… ustedes saben la causa, y por eso ocurrieron las violentas controversias que el Periódico Ozono difundió por toda la galaxia.

“No me quejo —la queja es la prostitución del carácter—, hago una reflexión planetaria, porque estoy seguro de que son hechos que hay que atajar a tiempo para lograr que los ciudadanos de este Sistema no concluyan que el Sistema Solar es el sistema más cabr… que ojos espaciales hayan visto.

“Después de haber relatado de forma simplificada los hechos, creo que mi permanencia aquí está de más, porque… el jefe siempre es jefe.”

Tridimensionalmente,

Plutón, un planeta diferente.

Hebert Poll. Matanzas, 1977. Narrador, dramaturgo, guionista, narrador oral escénico, animador turístico y comediante.

Licenciado en Comunicación Social. Miembro de la Asociación Hermanos Saiz (AHS). Egresado del Centro de Formación Literaria Onelio Jorge Cardoso. Ganó el Premio de la Ciudad de Nueva Gerona en la categoría de Literatura Infantil-Juvenil en el año 2007. En 2008 obtuvo el Premio en el Concurso Nacional de Dramaturgia para Niños y Jóvenes “Teatrinos”, y ese mismo año mereció también Premio en el Concurso Nacional “Titiritextos”. En 2010 resultó finalista en el I Concurso Internacional de Nanoliteratura del Proyecto Expresiones, Venezuela. Ha publicado, junto a su madre, el libro de cuentos para niños y jóvenes Emi Laará: Pequeñas historias para soñar (Ediciones Matanzas, 2004). Escritos suyos han aparecido en diversas publicaciones como la revista Matanzas, la revista Barquitos de San Juan, el boletín Olokum y formando parte del libro La hora cero. Antología del cuento matancero (Ediciones Aldabón, 2005).