No es tiempo de campeones
Marlon Duménigo
Texto que obtuvo Mención en la categoría de Cuento Fantástico del Concurso Oscar Hurtado 2021…
El menú del día
Náthaly Hernández Chávez
Cuento perteneciente al libro Las azules colinas de Europa, ganador del Premio David de Ciencia Ficción en 2021…
El secreto de la tumba vacía
Manuel Quintero Pérez
“¡Córtalo con la espada, campeón!” El Macedonio ladeó el torcido cuello y levantó la rubia cabeza intentando descubrir al autor del alarido…
El precio de la grandeza
José Alejandro Cantallops Vázquez
Evanir contempló el auditórium de Talas a través de la ventana disimulada. Las gradas que se extendían ladera arriba estaban repletas de espectadores. Podía ver a los vendedores, pequeñas hormigas que se desplazaban por las filas…
Instrucciones para ir de picnic
Alexy Dumenigo Águila
Mientras ella se alejaba con los bultos, volví a observar a nuestros vecinos colina abajo, a orillas del río. Seguían empeñados en hacer su fogata, así que bajé y les di mi encendedor…
Gourmet
Allen Kim Lang
Este era el problema interminable de todos los cocineros de una nave espacial; tenían que alimentar mañana a los hombres con lo que habían comido hoy…
Notas sobre el secuestro de Marilyn Bobes
Julio Jiménez Jardines
Extraído de la edición vespertina del Nuevo Granma, órgano oficial del Partido Comunista de Cuba. 26 de Octubre de 2179…
Dos cosas
Juan Manuel Martínez
—Cuando niña había dos cosas que percibía de manera muy distinta: el paso del tiempo, más duradero, como si fuera infinito; y el eco, el eco de todas las cosas —me empezó a contar cuando íbamos de la mano…
Nade
Malena Salazar Maciá
Inpu estornudó. Los gentium creían que los dioses-bestias no estornudaban. Tampoco que vocalizasen palabras. Inpu era uno de los dioses-bestias que no estaban de acuerdo con hacerles creer tales mitos, aunque establecer un enlace psicomental era más cómodo que maniobrar la lengua en su boca de perro.
Mortales a la deriva
Orlando Andrade
El hombre del siglo XIII contó sobre su época. Era soldado. No había cómo escapar de serlo por entonces
Castigo y crimen
Yonnier Torres
El inspector Iliá Petróvich encendió la luz y Raskólnikov se cubrió los ojos con las manos…
Tenía la carta en la mano
Víctor Hugo Pérez Gallo
Tenía la carta en la mano, para protegerla de la humedad. Había estado lloviendo todo el día. Mañana sería 7 de diciembre de 1896, día en que el Mayor General Antonio Maceo y Grajales y su ayudante de campo e hijo del Generalísimo Máximo Gómez Báez, el capitán Panchito Gómez Toro, debían morir ambos en una escaramuza sin importancia, traicionados por uno de los muchos agentes a sueldo que los norteamericanos tenían entre sus tropas…
Los naipes marcados del destino
Yoss
El 25 de octubre de 1415, a inicios de la segunda etapa de la Guerra de los Cien Años, tuvo lugar la batalla de Agincourt…