Génesis
Elaine Vilar Madruga
Los rayos de Zomber, la primera estrella de Uildeir Murg, tocaron la figura de la anciana. Welkiar despertó, atormentada por el regreso de la pesadilla. De repente, como otras tantas veces, no supo qué hacer, ni siquiera si se encontraba en el mundo de la realidad o del sueño.
La chica del tiempo
Azahara Casanova
Cuando Lucía recibía una solicitud para acudir, solía venir acompañada de los billetes, un séquito de guardias de seguridad, la figura de Ministro sobre asuntos y comercios meteorológicos acordados por su gobierno, el cónsul del gobierno del país que reclamaba sus servicios…
Van Helsing´s Project
Elaine Vilar Madruga
El joven espectador que recorra las galerías de este museo en busca de la poesía de Memories, muestra fotográfica itinerante de Van Helsing´s Project, quizás no recuerde aquellas épocas —no tan lejanas— en que sus creadores caminaban por las calles habaneras.
La Solución Zombi
Carlos Duarte
—¡Pero qué coño está tratando de decirme, Mateo! El puño del director descendió sobre la gran mesa de ditoplástico disfrazado de caoba.
Fragmento de la novela fantástica publicada por Editorial Gente Nueva
Cerrar los puños
Yonnier Torres
Intento armar una versión de contingencias para la segunda cuadra: Si Claudia decide comer mandarinas, si los pregoneros hacen bien su trabajo, podríamos sentarnos en el contén y le hablaré del mago, le diré que a simple vista parece un bandido, un cuatrero, un delincuente, un tipo muy raro, pero en cuanto hablas un rato con él, se vuelve todo lo contrario.
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Yoss
La fiesta estaba convocada para media tarde; una hora completamente absurda para mí, para no decir insultante. Así que, por supuesto, no me aparecí hasta bien caída la noche; mi excusa para la tardanza, si alguna hubiera hecho falta, habría sido que ya he aprendido que los cubanos, con respecto a la puntualidad, son muy religiosos. O sea, que llegan cuando Dios quiere.
El Escudo de Valnúss
Antonio López Sánchez
Aquella mañana, nada hacía presagiar los terribles acontecimientos que se avecinaban. Si bien, por un lado, la muerte de Reit Neprac provocó sinceras muestras de dolor en Zoria, en especial porque sabía cuánto estimaba su padre al que fuera su mentor, a la vez tenía grandes motivos para regocijarse.
Edén
Alexy Dumenigo Águila
No estoy en el Leonora. Eso es lo único que puedo asegurar cuando veo frente a mí un cielo gris de nubes quietas, casi inmóviles. En mi espalda siento la presión de algunos guijarros de mayor tamaño a través del tejido ultrarresistente de la escafandra, que se adapta sin problemas a la alta presión y los ciento cuarenta bajo cero. Definitivamente, tampoco estoy en la Tierra.
Una de vampiros
Carmen Rosa Signes Urrea, Ricardo Acevedo Esplugas
¿Quién le iba a decir a Sixtyfour que después de tantos años volvería a escuchar aquella canción? Se podía oír desde la escalera. La puerta de la vivienda permanecía entreabierta.
El sueño del A380
Adolfo Nelson Ochagavía
El todoterreno autopilotado patinaba a gran velocidad por entre las dunas del desierto, dejando a su paso una larga estela de huellas de neumático. R, en el asiento de atrás, estaba radiante de alegría.
Mute
Yunieski Betancourt
Reducida a escombros durante la última guerra, Cerusa se había convertido en la presa predilecta de varias generaciones de arqueólogos…
Cómic
Yadira Álvarez Betancourt
Dourth Nanko fue rodeado por los cuerpos de sus Iluminados. Hasya, el más fiel y antiguo, maestro de los otros cinco, se dirigió respetuoso a su señor.
Nodo 2
Raúl Aguiar
—Hola; por favor, le llamamos de la compañía telefónica para una comprobación de rutina. ¿Podría decirnos el número de su teléfono?
Próximo nivel
Yonnier Torres
La caravana avanza despacio. A un lado de la carretera se despliega un terreno yerto. Al otro lado un muro de piedras blancas. Las casas han desaparecido. Comienza a caer la tarde. El pueblo queda atrás.
Nictofobia
Alexy Dumenigo Águila
—¡Enciendan la luz! ¡Por favor, que alguien encienda la luz! —gritaba. La puerta se abrió de golpe y Helga, que palpaba las paredes inútilmente, retrocedió cegada por el resplandor. El oficial de la Gestapo había accionado un pequeño interruptor a su derecha, en la esquina superior del marco. Pudo ver una habitación pequeña que constaba de una cama, una mesita y dos sillas.
El Oráculo de Penrose
Vladimir Hernández Pacín
Nota: los humanos no teníamos el “deconstructor de curvatura”, o motor hiperespacial; ni tampoco se nos permitía acercarnos a aquel hábitat.
Como tuvieron que morir las rosas
Michel Encinosa Fú
Baphomet apunta con premeditada lentitud y le dispara a Mastín en un pié. El aullido aturde los oídos de la Loba…
Eonex
Yonlay Cabrera Quiendemil
En sus ojos una amarga tristeza revelaba el cansancio de todas sus vidas. Quizás solo una le habría bastado (de sus hasta ahora siete), para reconocer que la esencia de vivir, dentro de su infinita diversidad, es un ciclo que se repite constantemente.
Last
Dennis Mourdoch
¿Por qué siempre olvidamos cómo morimos, o más bien, cómo murieron los que nos precedieron? Y nos dejan esta sensación
Mi amigo el inventor
Roger Durañona Vargas
El primer invento de Gualterio fue la ballesta que nunca fallaba. Lo inventó una vez que cazábamos gorriones con tirapiedras…