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A diez años de la muerte Roa Bastos el enigma continúa

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Con una edición especial de la magistral novela “Yo, el Supremo”, Paraguay recordó en el día de ayer, al escritor Augusto Roa Bastos, de cuya muerte se cumplen diez años.

Sin embargo, aún prevalece el enigma sobre las dos obras en las que, según su círculo más cercano, trabajaba antes de morir y que tenía casi terminadas. Una de ellas una novela titulada  “Un país detrás de la lluvia” y otra que sería “Los 1000 y un proverbios rebeldes”, libro de aforismos.

Acerca de lo acontecido con los textos, no existe nadie que se atreva a emitir ninguna conclusión, barajándose hipótesis que van desde la escasa relación del Premio Cervantes de 1989 con la informática hasta la posibilidad de un robo.

“Entre 1997 y 2003 él hablaba de que los tenía muy avanzados. Lo que a mí me dijo fue que los tenía en su computador, se averió y lo llevó a reparar. Y que al no tener arreglo le dieron uno nuevo. No sabemos si en ese cambio se perdieron o fue un robo”, ha declarado a Efe el periodista y escritor Antonio Pecci, quien tuvo acceso a “El país detrás de la lluvia”.

Por su parte, Víctor Jacinto Flecha, compañero de exilio del escritor y vicepresidente de la Fundación Augusto Roa Bastos, ha aseverado que “Sí se habló de robo, pero solo puedo decir que están desaparecidas. Él hablaba mucho a sus amigos de ‘El país detrás de la lluvia’, decía que estaba bien avanzada, es la novela que yo sé seguro que estaba escribiendo”.

En lo referente a “Los 1000 y un proverbios rebeldes”, otro de sus amigos, el periodista español Antonio Carmona, señaló que era una obra compuesta por metáforas y aforismos influidos por el surrealismo.

“Eran aforismos que nunca se encontraron y de tono surrealista. A él le gustaba mucho el cine de Luis Buñuel”, dijo Carmona.

Además, existen otras dos novelas extraviadas, tal vez,  durante su exilio, en Argentina y Francia. Son estas: su primera novela, titulada “Fulgencio Miranda”, que ganó el premio Ateneo Paraguayo en 1941 y “La Caspa”, escrita en Toulouse.

Se sabe de la existencia de la primera justamente por el premio y además por un comentario sobre la misma aparecido en el diario “El País”, donde Roa Bastos era redactor, pero no existe ningún ejemplar; tampoco de “La Caspa”, un proyecto muy surrealista, conocido por sus amigos y por escritores como Julio Cortázar.

Otros escritos que nunca han sido encontrados son las  crónicas periodísticas que realizó para el diario “El País” de la capital paraguaya, en la Europa de posguerra tituladas “La Inglaterra que yo viví”; así como varias obras de teatro y guiones de cine, oficio que desempeñó durante su estancia como exiliado en la Argentina.

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